P. Rico-Trasciende que presidente del sindicato de Ciencias Forenses tiene querella de hostigamiento sexual en el trabajo

San Juan 22 jul (INS).- Carlos Vélez Miranda, presidente de la unión Empleados del Negociado de Ciencias Forenses (UEICF-SPUPR), tiene sobre sí desde 2014 una querella de hostigamiento sexual en el trabajo, cuyo proceso se pierde en la burocracia por las impugnaciones que, como presidente del sindicato, ha logrado interponer, supo la agencia Inter News Service (INS).

Contra Vélez se presentó una querella en el año 2014 por hostigamiento sexual en el trabajo por hechos supuestamente cometidos contra una empleada que finalmente renunció al cargo, según una diversidad de documentos en varias instancias de los organismos que han intervenido, entre ellos la Comisión de Apelaciones del Servicio Público.

El destino de la querella es aun incierto y no se sabe si finalmente logró cumplir las sanciones que recomendó la pasada directora ejecutiva del entonces Instituto de Ciencias Forenses, hoy Negociado, Edda Rodríguez.

La declaración jurada de la querellante (cuyo nombre se omite para evitar su revictimización) indica que fue objeto de burla por su extracción pobre y de bromas y actos de índole sexual de parte de Vélez.

El sindicalista saltó recientemente a la luz pública como portavoz de varias denuncias contra supuestas negligencias en el NCF, sin embargo, fue duramente criticado cuando sugirió, para resolver el hacinamiento, echar cadáveres no identificados en fosas comunes, una práctica de regímenes terroristas o dictaduras para disponer de los asesinatos de Estado.

La pasada directora del NCF ordenó la investigación de la querella sometida por la empleada de mantenimiento contra Vélez en 2014 y le advirtió su intención de tomar medidas por violar el reglamento de la institución.

La empleada, una mujer conocida por su humildad, se quejó en noviembre de ese año de que fue objeto de burlas y bromas de índole sexual por parte de Vélez en las oficinas que Ciencias Forenses tenía en Ponce. Estas fueron cerradas el pasado año por no ser costo-eficientes y debido a la crisis fiscal del gobierno.

Desde el cierre, según algunos empleados, Vélez desarrolló una campaña contra la dirección del NCF, que incluyó el cabildeo de un senador para que se le nombrara en un puesto de supervisión de ciencias forenses. Vélez es investigador forense I.

El 30 abril de 2015, Rodríguez notificó a Vélez que le impondría sanciones disciplinarias por los hechos, revelados mediante declaración jurada de la empleada y de supervisores.

“Acabas de llegar y ya estás sentada sin hacer nada”, le decía Vélez a la mujer, haciéndole objeto de escarnio público en el trabajo, según la queja jurada.

Luego se burló de ella por la forma en que masticaba, “haciendo con la boca gestos de índole sexual”.

“Mira como (nombre) mastica” (un chicle) y se burlaba frente a los compañeros de trabajo. También le denigró al decirle “no seas presentá y averiguá”.

Luego Vélez se levantó de su silla e “hizo movimientos sexuales y riéndose”. La empleada se sintió ofendida, lloró, y de tanta vergüenza, sentida se marchó del trabajo, informó durante la investigación.

La empleada afirmó que, como no era la primera vez, se vio obligada a denunciarlo, temerosa de que continuase y fuesen escalando las burlas y el abuso.

Ya anteriormente, explicó, había sido objeto de sus burlas, “incluyendo una ocasión en que le puso la mano detrás de la cabeza y la obligó a hacer un movimiento de índole sexual”.

La declaración jurada le imputa que en junio de 2014 “Carlos Velez me tomó la parte trasera de la cabeza, mientras estaba haciendo mis tareas, y comenzó a moverme la cabeza de atrás hacia delante, a la misma vez que se reía y hacía movimientos con su cuerpo, de naturaleza sexual. En ese momento (estaba) ubicado al lado derecho mío. Que me encontraba sola cuando me tomó por la cabeza, durante horas de la mañana. Que le dije lo siguiente: déjame quieta, respeta, no me gustan esas bromas”.

Siempre le advirtió que todo eso la incomodaba, que debía detenerlas. “Él no hizo caso”.

“Que en otras ocasiones el señor Vélez me decía que para que mi condición de salud mejorara, lo que te hace falta a ti es un viejito, lo cual considero es un falta de respeto y tiene contenido de naturaleza sexual”, declaró la perjudicada, quien llegó a quejarse a dos supervisores de la conducta de Vélez.

La propia víctima, al quejarse, dejó saber su temor de querellarse de Vélez. Los investigadores forenses están armados.

“Entiendo que esto representa un comportamiento no deseado, creando un ambiente de trabajo intimidante, hostil y ofensivo hacia mi persona, que me siento nerviosa y temo por mi seguridad”, reveló.

“Me siento preocupada, nerviosa por el comportamiento que pueda tener el señor Carlos Vélez cuando tenga conocimiento de que se hizo una querella, cuya causal es hostigamiento sexual”, dijo, según confirmó la agencia Inter News Service .

En su defensa, Vélez llegó a decir que todo se trataba de “un malentendido”, sin embargo, un supervisor afirmó: “Para mí este tipo de bromas no es un malentendido”.

El supervisor, para evitar que la fémina perdiera su día de trabajo, trató de interceder por ella. 

“Le indiqué que no se vaya, que se quedara tranquila y le dije que venga, vamos a hablar y ella me indicó que estaba bueno ya, que la confianza tiene unos límites. Noté que en su rostro se veía mucha molestia. (Nombre) es una persona humilde, bien tímida. Ella no aporta a las bromas en la oficina entre compañeros y mucho menos de naturaleza sexual”, añadió.

“Su comportamiento hacia la señora (nombre de la víctima) fue uno de carácter humillante, de burla, degradante y ofensivo”, lo que constituye una falta (15) al reglamento y a la Ley 184 de 2004, se determinó.

Edda Rodríguez recomendó suspensión de empleo y sueldo por 15 días laborables.

Sin embargo, luego de apelar al caso y recorrer un intrincado proceso burocrático, no se desprende si Vélez llegó a cumplir la sanción recomendada.

Precisamente, Vélez fue electo presidente del sindicato del NCF en 2014 e impugnó a los oficiales examinadores de su caso alegando que no pueden ser objetivos porque han intervenido en distintas querellas laborales que, como presidente de la unión, él levanta contra la agencia. INS

vac