México-Proyecto de austeridad del Presidente electo de México detonará el desempleo en profesionistas

Por Juan Carlos Machorro

México, 22 jul (INS).- Los diversos avances ofrecidos en estos días del plan de austeridad del próximo Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, consta de recortes del 70% del personal de confianza del gobierno federal y de reducción a la mitad del salario de altos funcionarios federales.

Esto ha sido recibida con beneplácito por la población, derivado del amplio margen que siempre ha existido entre lo que ganan los gobernantes (con exorbitantes salarios) y la amplia pobreza de la población.

Se estima que más de 50 millones de mexicanos son pobres y de estos 10 millones padecen pobreza alimentaria, es decir no ganan al día lo suficiente para poder comer. 

Pero la propuesta de austeridad ha sido mal recibida por los amplios recortes de personal, en su mayoría profesionistas, que engrosarán las filas del desempleo, máxime en una país en donde el tener una licenciatura complica en demasía obtener un trabajo remunerado adecuadamente.

En México hay 478 mil personas con licenciatura o posgrado que no logran colocarse en el mercado laboral, según el Portal del Empleo del gobierno federal.

Este portal creado por el gobierno mexicano indica que quienes alcanzan mayores grados de escolaridad son los que más batallan a la hora de conseguir una oportunidad laboral. La tasa de desocupación entre la población universitaria fue de 4.4% durante el cuarto trimestre de 2017, superior a la tasa general que fue de 3.3%, según cálculos hechos por la agencia Inter News Service (INS) con base en la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) publicada por el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI).

Para especialistas en educación y empleo, el problema del desempleo entre los profesionistas radica en el modelo de desarrollo de México, que se basa en la maquila en lugar de tener como pilar el conocimiento avanzado. De ahí, que los expertos consideren contradictorios los primeros pasos de López Obrador en sus planes del gobierno que inaugura en diciembre, pues se estima en su primer año puede provocar que casi 200 mil personas dejen de trabajar.

Se informó que hace trece años, uno de cada tres desempleados tenía estudios de nivel medio superior o superior: hoy es la mitad. Y de seguir la tendencia, faltará poco para que la población más preparada sea mayoría en las filas del desempleo.

De hecho, según el estudio del IDIC (Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico), en 12 estados de la República esto ya es una realidad. Se trata de Chiapas, Guerrero, la Ciudad de México, Campeche, Quintana Roo, Morelos, Yucatán, Tabasco, Tamaulipas, Puebla y Tlaxcala.

Todo esto surge porque López Obrador recibirá una remuneración mensual de 108 mil 248 pesos (5,415 dólares), un 40% de lo que devenga el actual mandatario Enrique Peña Nieto.

López Obrador ha dicho que esta situación se apega a sus 50 lineamientos generales para el combate a la  corrupción y la aplicación de una política de austeridad republicana en el gobierno.

Aclaró que tenía la intensión de bajar un poco más su salario, pero como ese será el techo, habrá funcionarios que están ahora trabajando en universidades y empresas que ganan esa cantidad, y aunque tienen dimensión social, saben que es una gran oportunidad participar en la cuarta transformación de México tomó en cuenta esto, lo mismo por los ministros, diputados y senadores.

Entre algunos de sus lineamientos –de los 50 mencionados– que pesan sobre el empleo están: Se suspenderán por completo fueros y privilegios para funcionarios  públicos; se reformará la ley para considerar delitos graves el tráfico de influencia, la corrupción, la asociación entre funcionarios y particulares para cometer fraudes a la hacienda pública, el robo de combustibles y el fraude electoral en cualquiera de sus modalidades; las penas no permitirán al inculpado la obtención de la libertad bajo fianza.

Tampoco se comprarán sistemas de cómputo en el primer año de gobierno; no habrá más de cinco asesores por secretaría; no habrá bonos ni otras canonjías, el salario será integral, según  la Constitución que a la letra dice: “Se considera remuneración o retribución toda percepción en efectivo o en especie, incluyendo dietas, aguinaldos, gratificaciones, premios, recompensas, bonos, estímulos comisiones, compensaciones y cualquier otra, con excepción de los apoyos y los gastos sujetos a comprobación que sean propios del desarrollo del trabajo y los gastos de viaje en actividades oficiales”.

Además, se cancelarán fideicomisos o cualquier otro mecanismo utilizado para ocultar fondos públicos y evadir la legalidad y la transparencia.

Nadie tendrá guardaespaldas, solo los encargados de la seguridad y se suprimirán todas las estructuras y programas duplicados (oficialías mayores, oficinas de prensa, publicaciones, defensorías jurídicas, compras, contraloría interna y otras) y estas funciones o programas se centralizarán en una sola unidad o coordinación, dependiente de la secretaría relacionada con los asuntos en cuestión.

Como parte de la nueva política gubernamental del electo presidente López Obrador se reducirá toda la estructura de confianza en un 70 por ciento de personal y del gasto de operación; se bajan los sueldos de los altos funcionarios públicos a la mitad de quienes ganan más de un millón de pesos anuales, de manera  progresiva; pero lo ahorrado debe significar el 50 por ciento del gasto actual.

Mientras, los trabajadores de confianza laborarán de lunes a sábado y, cuando menos, ocho horas diarias; se reducirá en 50 por ciento el gasto de publicidad del gobierno y el Estado Mayor Presidencial se incorporará por completo a la Secretaría de la Defensa y se ocupará de tareas de protección de espacios públicos, instalaciones estratégicas y de la seguridad de los mexicanos. INS

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