R. Dominicana-Iglesia Católica protesta contra la corrupción, la xenofobia, el desigual sistema de justicia y de salud

Sacerdotes participantes en el Sermón de las Siete Palabras. / Inter News Service

Santo Domingo, 31 mar (INS).- En el mensaje del Sermón de las Siete Palabras, con motivo del Viernes Santo, la Iglesia Católica dominicana criticó los principales males sociales que afectan al país, entre estos la corrupción gubernamental, la xenofobia, el desigual sistema de justicia y de salud, la falta de oportunidades para los profesionales, y otros temas.

Además, los religiosos abordaron asuntos como el feminicidio y los “trabajos” que pasan las personas cuando van a los hospitales.

El mensaje centró sus críticas en aquellos patriotas y nacionalistas “rancios” que siembran el odio y la xenofobia contra los inmigrantes e indocumentados, en especial los haitianos.

Al tomar la primera palabra de Jesús en la cruz: “Padre perdónalos, no saben lo que hacen”, el  obispo auxiliar de Santo Domingo, Faustino Burgos, fustigó a los que sin ningún reparo se gastan el dinero público en fiestas y hasta en bebidas alcohólicas.

La segunda palabra: “En verdad te digo, hoy estarás conmigo en el paraíso”, el sacerdote Miguel Ángel Amarante considera que “en el país, lamentablemente, tenemos muchos buenos ladrones que burlan el fisco, burlan la justicia, se burlan del pueblo y andan tan campantes por nuestras calles, sin ser apresados. Confiemos en que algún día se arrepientan”.

Mientras que en la  tercera palabra: “Mujer, ahí tienes a tu hijo. Hijo, ahí tienes a tu madre”, el padre Nelson Antonio Acevedo manifestó que “hay grupos de malos dominicanos y dominicanas fomentando la xenofobia con los vecinos haitianos”.

“Es verdad que no podemos recibir a todos los ilegales haitianos que cruzan por la frontera, pero no se puede tratar de incentivar en los más ignorantes un nacionalismo rancio y barato que no toca a quienes se benefician de la mano barata de los trabajadores haitianos ni reclaman la aplicación de las leyes laborales”, afirmó.

Acevedo tildó de injusto que se sigan condenando a dominicanos que se roban una gallina y mueren enfermos en la cárcel La Victoria, y que en cambio los “ladrones del caso Odebrecht, quienes sobrevaloraron casi todas las obras que realizaron”, estén sueltos “disfrutando de las fortunas que han amasado”.

En tanto que en la cuarta palabra: “Dios mío, ¿Por qué me has abandonado?”, el sacerdote Vicente Sánchez Burgos arremetió contra el sistema de salud, debido a que las personas que acuden a los hospitales para calmar su dolor se encuentran con un panorama en esos centros que duplica o multiplica el mismo, ya que deben pasarse largas horas de pie o tirados en el suelo en las salas de emergencias sin recibir la mínima atención de un médico.

“Por ejemplo, pienso en el Hospital Regional Marcelino Vélez Santana, en Herrera, ubicado en una demarcación geográfica con más de 800 mil habitantes y que, a pesar del anexo que allí ha inaugurado el presidente Danilo Medina hace casi dos años, todavía las autoridades no se han puesto de acuerdo para abrir este nuevo centro de salud y ponerlo al servicio de cientos de pacientes que a diario acuden a este lugar”, sostuvo.

En ese mismo orden, el padre Sánchez Burgos también criticó a aquellos miembros de algunas instituciones del Estado, quienes devengan sueldos de lujo y que de todas maneras se aumentaron los salarios, a pesar de haber alegado que sus entidades no tenían suficientes fondos para ejecutar las funciones para las cuales fueron creadas.

Esta crítica de la Iglesia Católica se hace en el marco del escándalo que se han producido recientemente por los aumentos en los salarios del presidente de la Cámara de Cuentas, Hugo Álvarez Pérez, y los demás miembros del Pleno.

Asimismo, en la quinta palabra, “Tengo sed”, el cura Erick Wilson Bencosme demandó de las autoridades una justicia más imparcial y equitativa para todos los dominicanos.

“No queremos una justicia en dos niveles, una para el grande y otra para el pequeño. No una justicia en donde haya quienes estén exentos de toda culpabilidad legal y hasta moral. Se nos está transmitiendo como meta-mensaje que si robas poco vas a la cárcel, pero si robas mucho, no”, aseveró.

Sexta palabra: “Todo está cumplido”, fue leída por el padre Roberto Martínez, quien criticó la falta de oportunidades que tienen los jóvenes egresados de universidades ya que no consiguen ofertas de trabajo.

En referencia a la séptima palabra: “Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu”, pronunciada por el diácono José Rosado, se hizo un llamado para que se detenga la violencia contra la mujer y los feminicidios, que se han convertido en una especie de epidemia en el país. INS

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