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San Francisco, 31 ene (INS).- Un hombre negro cruzaba la calle en Santa Cruz, California, el 5 de julio de 2020, cuando Ole Hougen lo atacó con un cuchillo mientras gritaba insultos viles.
Con relatos detallados de testigos, los policías de Santa Cruz señalaron que el asalto pudo haber sido motivado por prejuicios.
Poco después, la policía comenzó a coordinarse con el equipo de delitos de odio en la oficina de campo del Negociado de Investigaciones Criminales (FBI) en San Francisco, una práctica habitual en el área, según el agente especial Kyle Biebesheimer.
California tiene sus propias leyes contra los delitos de odio, pero el equipo examinó si acusar a Hougen en un tribunal federal les permitiría presentar un caso más sólido.
Hougen había agredido a otros dos hombres negros en incidentes similares en California en 2014 y 2018, y también había un cargo más antiguo que involucraba un asalto a un hombre negro en el estado de Washington.
Un enjuiciamiento federal permitiría a la oficina del fiscal federal mostrar un patrón de violencia basada en el odio, información que podría poner los cargos actuales en contexto.
El equipo acordó continuar con el caso en un tribunal federal, y se convirtió en el primer caso procesado por el Distrito Norte de California en virtud de la Ley de Prevención de Crímenes de Odio de Matthew Shepard y James Byrd, Jr., que desembocó en ley en 2009.
Después de un juicio de seis días en abril de 2021, el jurado emitió rápidamente un veredicto de culpabilidad. “No solo pudimos traer testigos para discutir lo que vieron y escucharon el 5 de julio, también pudimos traer estos malos actos anteriores”, dijo Biebesheimer. “Fue un testimonio tremendamente poderoso”.
El 2 de diciembre, Hougen fue sentenciado a 82 meses de prisión, una sentencia que Biebesheimer, uno de los agentes de derechos civiles y coordinadores de delitos de odio de la oficina de campo, espera que tenga peso más allá de este caso.
“Estos crímenes no son solo crímenes sobre una víctima. Se trata de todos en esa comunidad que se parecían a él, que podrían haber estado caminando en ese cruce de peatones”, expresó. “Cuando la gente lee sobre estos delitos y estos delincuentes que viven en su comunidad, comienzan a sentir que tal vez esas calles no son seguras para ellos. Nadie debería vivir con ese miedo por el color de su piel, o dónde nació, o su orientación sexual, o su identidad de género”.
Biebesheimer dijo que aunque las fuerzas del orden no puedan alterar las fuerzas que hacen que alguien cometa un crimen de odio, pueden ser las fuerzas que muestren que los crímenes motivados por el odio no serán tolerados.
“La comunidad pudo ver no solo que su departamento de policía local estaba actuando, sino que también tenían todo el apoyo y los recursos del gobierno federal”, anotó Biebesheimer.
Es una de las razones por las que Biebesheimer y otros en la oficina de San Francisco se enfocan exclusivamente en los crímenes de odio; el compromiso también se ha subrayado a nivel nacional.
En mayo del año pasado, el Departamento de Justicia anunció una serie de esfuerzos concentrados para prevenir y abordar los delitos motivados por el odio y apoyar a las víctimas y las comunidades, y el FBI elevó los delitos motivados por el odio a una de las principales amenazas nacionales en 2021.
El FBI está intensificando sus esfuerzos con las fuerzas del orden locales y los grupos de derechos civiles para mejorar la denuncia de delitos de odio y la aplicación de las leyes de derechos civiles.
La clave de esos esfuerzos integrales es aumentar el tipo de coordinación con las fuerzas del orden público estatales y locales que resultó tan exitosa en el caso de Hougen.
Incluso, cuando no se presentan cargos federales, los recursos del FBI, las herramientas publicitarias, la pericia forense y la experiencia en la identificación e investigación de motivaciones basadas en el odio están disponibles para apoyar el trabajo de las autoridades locales.
El otro enfoque de la iniciativa es resolver el problema de los crímenes de odio que la policía no puede investigar porque nunca se denuncian.
Si cree que es víctima o testigo de un delito de odio, lo alentamos a denunciarlo al FBI llamando al 1-800-CALL-FBI o enviando un aviso a tips.fbi.gov .INS
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