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Por Rafael Santiago Medina
San Juan, 24 oct (INS).- La definición del ajuste de la deuda de Puerto Rico varía de acuerdo a quién lo defina. La pregunta clave sigue siendo: ¿qué es realmente un ajuste de la deuda?
Limpiando su definición de toda interferencia ideológica, un diáfano ajuste de la deuda es comprometer pagos de liquidación de las acreencias ajustados a la verdadera realidad y situación del deudor. Hacer que los pagos estén a su alcance pecuniario.
El problema con el Plan de Ajuste de la Deuda propuesto por la Junta de Control Fiscal para Puerto Rico es que tiene intrínsecamente, en el monto y términos de pago, la probabilidad de que el país recaiga en una situación de incapacidad fiscal de pago por no haber inherentes a él un paradigma de desarrollo económico que potencie los recaudos al fisco, necesarios para salir a mediano y largo plazo de la quiebra.
La incertidumbre fiscal y económica no radica en su desaprobación por parte de la legislatura, como se quiere hacer ver; la incertidumbre está en el plan mismo. En sus términos de pago de la deuda para Puerto Rico.
La solución no estriba en satisfacer exclusivamente los intereses de los bonistas con un pago de las acreencias prestatarias a la medida de sus conveniencias financieras. El problema de la capacidad de impago de su deuda pública que enfrenta Puerto Rico se resuelve procurando reactivar su economía, de modo que pueda sanearse también su fisco.
Satisfacer el pago de las acreencias dejando la economía y el fisco del país en estados de escualidez es resolver exclusivamente el problema que enfrentan los bonistas con Puerto Rico, pero no resolver el problema de Puerto Rico. INS
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