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Por Rafael Santiago Medina
San Juan, 22 oct (INS).- La Junta de Control Fiscal pretende que el Senado apruebe la pieza legislativa que crearía la Ley Habilitadora del Plan de Ajuste de la Deuda con la pistola en la nuca.
La Junta le dio un ultimátum al Senado al otorgarle un plazo hasta hoy para que apruebe el plan de ajuste de la deuda bajo la amenaza de que pediría al Tribunal que postergue su confirmación. Pero en el Senado no había anoche los votos suficientes para la aprobación de la medida, que quedó en suspenso.
Cumplir con el plazo dado por la Junta será imposible, pues la Cámara de Representantes recesó hasta el martes, por lo que cualesquiera de los cambios al proyecto de ley introducidos por el alto cuerpo legislativo no podrán ser dirimido por el cuerpo cameral hasta la próxima semana.
Según el organismo federal, “no aprobar esta legislación significa que Puerto Rico permanece atascado en una nube de bancarrota, sofocando su capacidad para crecer y atraer la inversión necesaria”.
Además, advierte que “las pensiones no estarán protegidas y el plan no se modificará para brindar apoyo adicional a la Universidad de Puerto Rico ni a los municipios”.
Al modo de ver de los integrantes del organismo, la no aprobación del proyecto legislativo implicaría la petición de un aplazamiento de la audiencia de confirmación en el Tribunal de Distrito de los Estados Unidos para el Distrito de Puerto Rico.
“Como resultado, Puerto Rico permanecería en la bancarrota y el peso de la deuda insostenible seguirá sobre los hombros de todos los puertorriqueños, amenazando el progreso económico de la isla”, indicaba en su ultimátum emitido ayer.
El senador Rafael Bernabe, del Movimiento Victoria Ciudadana, desmintió en medio del debate en el hemiciclo del Senado sobre la medida legislativa que la Junta reconoce el poder que tiene la legislatura puertorriqueña y sus consecuencias procesales de rechazar los términos del ajuste de las acreencias y las condiciones de pago que se pretenden imponer mediante la legislación.
Adujo que el rechazo del Senado a la pieza legislativa implica que la jueza Laura Taylor Swain “no podrá considerar el plan, y el proceso de quiebra tendrá que continuar, que es otra manera de decir que la búsqueda de otro acuerdo tendrá que seguir”.
No obstante, lo más importante de sus declaraciones fue el desmentido de que la deuda se reduce de 33 mil millones a 7 mil millones de dólares, porque no se incluyen en el cómputo los siete mil millones de dólares que hay que pagar al emitir los bonos, los más de tres mil millones que se pagarán en los próximos cinco años y los instrumentos de valor contingente por más de tres mil millones, para un total de cerca de 20 mil millones.
Que, además, es falso que se comprometan únicamente 7.7 centavos de cada dólar del ingreso de ajuste de deuda, puesto que ello no incluye a Cofina (la Corporación del Fondo de Interés Apremiante).
Aclaró que, si se incluye lo acordado acerca de Cofina, el compromiso de pago de la deuda sube a cerca de 20 centavos de cada dólar adeudado, acusando a la Junta de “hacer una falsa representación del acuerdo”.
“La realidad es”, subrayó Bernabe, “que el PC 1003 ante la consideración del Senado carece hasta de las enmiendas que proclamaban una política pública comprometida con las pensiones de los empleados públicos, la UPR, los fondo de becas, el fondo de desarrollo económico y otros servicios”.
Mientras, la portavoz del Partido Independentista Puertorriqueño (PIP) en el Senado, María de Lourdes Santiago Negrón, dijo en un mensaje ante maestros y estudiantes que protestaban frente al Capitolio, que la lucha de Puerto Rico no se detiene y que el reclamo tiene que ser “la desaparición” del organismo impuesto por Estados Unidos.
La senadora Santiago explicó que lo que pretende la junta es forzar el “consentimiento” para que se emita una nueva deuda impagable y que la respuesta de Puerto Rico debe ser “sacar a la junta y acabar con la colonia”.
Economistas y expertos han advertido que el talón de Aquiles del plan de ajuste de la deuda para Puerto Rico es su carencia de forma paralela de un paradigma de desarrollo económico para el país.
Lo que entienden los conocedores sobre el tema es que a mediano y largo plazo se necesita con el ajuste de la deuda un plan concertado y sostenible de desarrollo económico para el país que impida recaer en dificultades de impago.
Según ellos, un paradigma de desarrollo económico es el absorbente del efecto del impacto que eviten el requerimiento de medidas de austeridad fiscal extrema y que se afecten los servicios esenciales del gobierno a la ciudadanía.
Es la única garantía de que haya fuentes de recaudos al fisco para satisfacer los acuerdos de pagos a la deuda, sin tener que sacrificar estándares de bienestar del pueblo para ello.
Toda esta unión de voluntades contra la propuesta actual de ajuste de la deuda, considerada como nefasta para el pueblo de Puerto Rico, ha hecho que algunos de ellos rememoren las palabras de Edmund Burke, escritor y político irlandés, quien al reflexionar sobre la revolución francesa, comentó: “Para que el mal triunfe, sólo se necesita que los hombres buenos no hagan nada”. INS
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