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El presidente Abinader durante el acto de juramentación. / Inter News Service
Santo Domingo, 19 sep (INS).- El presidente Luis Abinader participó ayer en Nueva York de la toma de juramento a 1,200 ciudadanos norteamericanos hijos de dominicanos que adquirieron la nacionalidad de sus padres, en virtud de que la Constitución del país otorga este derecho a los descendientes directos de criollos residentes en el exterior.
La jornada ocurrió en un encuentro con el gobernante, como parte de la agenda oficial que desarrolla en esa ciudad, que incluye participar, el miércoles 22, en la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Correspondió al cónsul general de la República Dominicana en Nueva York, Eligio Jáquez, tomar el juramento a los participantes en la actividad.
“Mi gobierno se ha empeñado en reconocer el derecho a los miles de dominicanos que nacieron fuera de la República Dominicana, pero que hoy vamos a certificar su pertenencia al país que todos amamos”, afirmó el mandatario.
La sorprendente cifra supera ampliamente el número de jóvenes nacidos en el extranjero que, en un mismo año, han adquirido ese derecho, como establece la Constitución de la República.
En el concurrido acto, realizado en el barrio neoyorquino Washington Heights, del sector Manhattan, donde residen miles de criollos, Abinader declaró que en el último año la cantidad de solicitudes para optar por la ciudadanía dominicana asciende a 2,500, cifra superior a las de las dos décadas anteriores.
“Ser dominicano es sentir en el corazón los colores de nuestra bandera; es vibrar a ritmo de merengue y tirar unos pasitos bailando bachata”, dijo.
A través de un comunicado, el jefe de Estado expresó que “ser dominicano de la diáspora es tener todo eso y más, porque es conocer de cerca el sacrificio, el compromiso con su país y cargar sobre sus hombros con la responsabilidad de mantener viva nuestra cultura e identidad para transmitirla de generación en generación”.
Al darles la bienvenida formal a los juramentados, aclaró que esa jornada sólo es una formalidad, “porque a los hijos de la casa materna nadie tiene que abrirles la puerta para que puedan entrar a su propia casa y sentirse en familia”.
Precisó que cuestiones formales y legales hacen que este requisito sea necesario “y en cumplimiento de ese deber por parte del Estado dominicano, mi gobierno se ha empeñado en reconocer el derecho a los miles de descendientes de dominicanos que nacieron fuera de República Dominicana, para certificar su pertenencia al país que tanto amamos”.
Abinader reconoció el trabajo realizado por el fallecido líder político José Francisco Peña Gómez, quien en 1994 propuso en la reforma constitucional el derecho a la doble nacionalidad de los dominicanos y el derecho de sus hijos a optar por ella. “Fue un verdadero acierto que hoy quiero poner en valor”, manifestó.
El estadista quisqueyano también tuvo palabras para felicitar a la diáspora criolla por su contribución a la economía del país, a través del envío de remesas a sus parientes.
Abinader estuvo acompañado por la primera dama, Raquel Arbaje; el ministro administrativo de la Presidencia, José Ignacio Paliza; la embajadora dominicana en Washington, Sonia Guzmán; y Eligio Jáquez, cónsul dominicano en Nueva York, entre otras personalidades. INS
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