P. Rico-Las vacunas anti Covid-19 de Moderna y Pfizer/BioNtech enfrentan dificultades tecnológicas para almacenamiento y distribución 

Por Rafael Santiago Medina

San Juan, 21 nov (INS).- La gran dificultad que obra en contra de las vacunas contra el Covid-19 desarrolladas por Moderna y por Pfizer, en asociación con la alemana BioNtech, para las cuales se augura Estados Unidos esté a punto de autorizar su uso de emergencia ante la alegada eficiencia en sus pruebas clínicas y el descontrol en la propagación de la pandemia, es la necesidad de ser almacenadas y distribuidas a bajísimas temperaturas árticas para evitar que la reacción química que dañe el ARN del que están compuestas se ralentice y, por tanto, no pierdan su efectividad.

Ambas vacunas, basadas en la tecnología de punta  conocida como ARN-mensajero, que utiliza moléculas de ácido ribonucleico (ARN) del virus SARS-CoV-2 para propiciar que el cuerpo produzca las proteínas necesarias para poder combatir el virus, exigen un almacenamiento y distribución a bajísimas temperaturas: 20 grados bajo cero la de Moderna, mientras la de Pfizer/ BioNTech debe guardarse a 70 grados bajo cero..

En efecto, el ARN mensajero utilizado por la vacuna se destruye a temperatura ambiente, por lo que debe ser almacenado necesariamente a temperaturas muy bajas, según un artículo de la revista Vox recogido por Smithsonian Magazine.

Tanto en el propio Estados Unidos como en el exterior, especialmente en países no tecnológicamente desarrollados, las autoridades sanitarias se ven enfrentados al problema de definir mecanismos de distribución y logísticas para asegurar que las vacunas puedan ser resguardadas como se debe.

Si bien esto suele hacerse con todas las vacunas, la gran cantidad de población a vacunar contra el Covid-19 significa un desafío a la hora de almacenar dosis en hospitales pequeños o alejados de las ciudades, generalmente los que tienen equipos para enfriamiento a tan bajas temperaturas.

Por otro lado, el hecho de que tanto la vacuna de Moderna como la de Pfizer deban ser aplicadas en dos dosis agrega otra fase de complejidad. En ambos casos, las dosis deben ser aplicadas con semanas de diferencia, por lo que cada vacunatorio tendrá que tener la posibilidad de almacenar debidamente las vacunas necesarias con esa tecnología de tan frías temperaturas.

Esta dificultad tecnológica de almacenamiento y distribución es lo que obra en contra de ambas vacunas, a pesar de las últimas comunicaciones públicas sobre su efectividad para combatir el Covid-19, tanto en el caso de la desarrollada por la estadounidense Moderna, como por la también estadounidense Pfizer en asociación con la alemana BioNTech, de 94,5% en el caso de la primera y 95% en la segunda. INS

rsm/