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Por Rafael Santiago Medina
San Juan, 16 may (INS).- Existe la expectativa de que la gobernadora Wanda Vázquez Garced estampe hoy su firma para convertir en ley la realización de una consulta plebiscitaria de “estadidad sí o no” como parte de los comicios de noviembre próximo.
El proyecto legislativo es de quien se considera ahora su mentor político, el presidente del Senado, Thomas Rivera Schatz, por lo que éste fue citado, junto al presidente de la Cámara de Representantes, Carlos Johnny Méndez Núñez, para celebrar este sábado la ceremonia de la conversión en ley de la consulta plebiscitaria.
Probablemente esté presente la comisionada residente de Puerto Rico en Washington, Jenniffer González Colón, y los alcaldes afiliados al Partido Nuevo Progresista (PNP), que fueron convocados para otro asunto relacionado relacionado con el acceso a los fondos federales debido al brote del Covid-19 en la isla, por lo que estarán de paso presente en la ceremonia, no así el contrincante primarista de la mandataria dentro de esa colectividad política, Pedro Pierluisi.
La firma y conversión en ley del proyecto legislativo de la autoría de Rivera Schatz es considerado un acto de complacencia de la gobernadora Vázquez Garced hacia las huestes anexionistas del PNP para granjearse el apoyo en las primarias que se avecinan, pero que se conoce que la consulta plebiscitaria no tendrá consecuencias políticas reales en Washington.
Cuando se convierta en ley con la firma de la gobernadora Vázquez Garced, quedará denominada rimbombantemente como “Ley para la Definición Final del Estatus Político de Puerto Rico”, aunque no se trata de un plebiscito vinculante al Congreso de Estados Unidos, el cual no ha dado su consentimiento para ello y es donde reside en última instancia desde 1898, cuando se produjo la invasión militar, la soberanía del pueblo de Puerto Rico.
En la consulta plebiscitaria se hará la pregunta a los electores en la papeleta: “¿Debe Puerto Rico ser admitido inmediatamente dentro de la Unión como un estado?”, con las dos únicas opciones de “Sí” o “No”.
La contestación a esa pregunta la darán los electores puertorriqueños en el peor momento en Puerto Rico para la estadidad, puesto que si bien la gobernadora Vázquez Garced y la comisionada residente González Colón han venido anunciando continuamente asignaciones millonarias de fondos federales para la recuperación del país por los estragos ocasionados por el huracán María, los terremotos y la pandemia, el pueblo ha visto muy poco de ese dinero, debido a ineficiencias, fallas procesales y trabas burocráticas, entre otros factores.
Además, las noticias procedentes de Estados Unidos no son las mejores y de lo que se habla es de que el número de muertes por Covid-19 podría superar las 100,000 personas antes del próximo junio y para cuando se efectúe la consulta plebiscitaria podrían ser muchas más y los casos confirmados positivos al contagio del virus estarán rondando los casi dos millones.
A la fecha de hoy, ya son un total de 36.5 millones de personas las que han perdido sus empleos en Estados Unidos y solicitan la prestación del seguro por desempleo, como resultado de las ocho semanas de hibernación económica a causa del Covid-19.
La crisis económica únicamente es comparable con la Gran Depresión iniciada en 1929 y el gran temor de las autoridades es que se repita un trauma de ese calibre, cuando la tasa de desempleo llegó en aquella ocasión al 23%, un nivel insoportable en una nación con una frágil protección social en comparación con Europa.
La emblemática cadena de tiendas J.C. Penney, con 118 años de historia y que emplea a casi 90,000 trabajadores, anunció que se acogió a la Ley de Quiebras en Estados Unidos y se proyecta el cierre de otras grandes empresas estadounidenses.
Los políticos propulsores de la estadidad para Puerto Rico deberán explicar cuál será su estrategia de campaña para convencer al elector puertorriqueño de lo que podría ser considerado en estos momentos la anexión a un desastre nacional estadounidense.
No faltan aquellos que anticipan debido a las circunstancias coyunturales presentes que la consulta plebiscitaria habrá de ser una derrota electoral aplastante para la estadidad y el Partido Nuevo Progresista (PNP), que la promueve. INS
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