P. Rico-Coronavirus/Preocupación por la capacidad de gobernanza para lidiar con tres vertientes súbitas de una crisis que dificulta la gobernabilidad de Puerto Rico (análisis)

Por Rafael Santiago Medina

San Juan, 3 may (INS).- A los 233 casos positivos nuevos en tan sólo dos días, se ha sumado la reanudación de la actividad sísmica fuerte nuevamente en el suroeste del país Y que dejó a decenas de personas sin un hogar seguro que se suman a las que había dejado ya sin una vivienda los terremotos del 6 y 7 de enero pasado y dañó estructuras históricas en Ponce.

Dentro de un mes se iniciará la temporada de huracanes, que se espera que este año sea bien activa en el Atlántico caribeño, por lo que Puerto Rico podría estar enfrentando tres emergencias a la vez: la del Covid-19, los terremotos y la amenaza de los huracanes en su trayectoria por el Caribe.

El temor de muchos es que el gobierno de Puerto Rico no tenga la capacidad de lidiar con las tres emergencias a la vez, si continuara el movimiento telúrico fuerte en el suroeste y surgieran amenazas huracanadas o hasta la entrada de algún huracán a territorio puertorriqueño, al mismo tiempo que comenzamos a ir descendiendo del pico del brote de Covid-19.

O que, incluso, la apertura económica paulatina en un intento de regreso a la cotidianidad no despierte la agudización nuevamente del brote del virus en la isla.

Puerto Rico no ha demostrado buena gobernanza en momentos de crisis y capacidad administrativa para enfrentar emergencias y eso es lo que hace que la gente se estrese ante la probabilidad de una crisis con tres ramificaciones originarias distintas y que el gobierno sea incapaz de atajar a la vez.

Lo que los expertos en administración pública advierten es que la tendencia sea hacia una dependencia mayor en la instancia del gobierno federal estadounidense como tabla de salvación, en un momento cuando Estados Unidos se centra en salir de su propia crisis, considerada un hito en su historia, por lo cual los asuntos de ultramar que no sean que no sean vitales para su seguridad nacional, pasan a un segundo y hasta tercer plano.

En momentos difíciles internamente, la tendencia del pueblo estadounidense es hacia el aislamiento y pensar menos en los asuntos más allá de sus fronteras.

Lo que flota en el aire político es la preocupación de cómo hacer que en Puerto Rico se logre una capacidad de gobernanza más centrada en nuestras propias capacidades y menos dependiente de Washington. INS

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