R. Dominicana-Psiquiatra César Mella explica que aplaudir cuando aterriza un avión ya es una marca país de los dominicanos

Santo Domingo, 1 oct (INS).- El reconocido psiquiatra César Mella considera como un ejercicio respiratorio y circulatorio la tradicional costumbre de los dominicanos de aplaudir cuando aterriza un avión que lo transporta hacia y desde los diferentes destinos del mundo.

Indicó que esa conducta, generalmente viene a consecuencia de una tensión acumulada y el cuerpo lo libera por medio del aplauso, coincidiendo con el descenso de la aeronave.

El profesional dijo que el aplauso tras un aterrizaje provechoso o equilibrado, “parece ser una marca país de los dominicanos”, en primer lugar para festejar que aunque se estaba en peligro, estando a miles de pies de altura, se logró sobrevivir.

Acotó que otro componente que motiva este acto es que casi siempre es más efusivo cuando se regresa a la República Dominicana que a la salida, debido a la sensación de felicidad que causa el reencuentro con los seres queridos.

En declaración a un medio local, Mella explicó que “la hiperexpresividad onomatopéyica del dominicano hace que siempre busque la manera de celebrar ante cualquier tipo de eventualidad”.

Precisó que para los quisqueyanos cualquier cosa es una buena ocasión, sea un bautizo, matrimonio, incluso hasta los mortuorios en ocasiones generan motivos de celebración en las personas. Es por eso que un aterrizaje sin problema constituye una festividad a la vida y de haber salido del peligro.

“El aplauso siempre se hace contagioso, porque generalmente las personas que lo inician son las más extravertidas y expresivas, las que también tienen la costumbre de hacerlo en cada viaje. Entonces el júbilo, que inicia con cinco o seis personas, se universaliza y se observa desde la primera clase y hasta la cola del avión”, sostiene Mella.

Según expresó el experto, en ocasiones las estadounidenses cuando vienen en condición de azafatas se maravillan con esta curiosa costumbre, que con el paso de los años se ha extendido a otros países, pero que es una marca país de los dominicanos, y de su capacidad para festejar cualquier cosa en la felicidad, tragedia y peligro. INS

mv/aa