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William Denton personifica al corsario Miguel Enriquez en el monólogo que se presenta para grupos en Princesa Gastrobar, en el Viejo San Juan. Inter News Service
Por Tania Polanco
San Juan, 28 abr (INS).- Escuchar la historia del nacimiento de la industria de rones en la isla, contada a viva voz por el fascinante personaje de la historia colonial Miguel Enríquez, corsario que dominó los mares del Caribe, es una aventura que ya está disponible para el público local y turistas en el monólogo “Entre Espíritus”, que inauguró el restaurante Princesa Gastrobar, en el Viejo San Juan.
El actor boricua Willie Denton da vida al espíritu de Miguel Enríquez que, con atuendo y modos bruscos de corsario, se pasea entre las mesas del restaurante, contando distintos hechos políticos y económicos que marcaron el Puerto Rico colonial español y el surgimiento de los rones de marca puertorriqueña.
Sin ocultar su resentimiento por haber sido traicionado, despojado de riquezas y encarcelado por la corona española, el espíritu representado por Willie Denton comparte con el público anécdotas y conversaciones privadas que sostuvo con los pioneros de la industria del ron, como Juan Serrallés, Facundo y Amalia Bacardi, la familia Trigo y Juan Fernández, quienes con sus propios secretos y fórmulas lograron producir marcas que hoy son reconocidas internacionalmente.
“Con este monólogo traemos la magia de la historia colonial y también brindamos una experiencia inolvidable a nuestros visitantes”, indicó a la agencia Inter News Service (INS) el publicista Angel Torres, libretista y productor del monólogo.
Expresó que el montaje involucró un arduo trabajo de investigación multidisciplinaria para una puesta en escena de unos 35 minutos de duración, que está disponible para grupos previa reservación.
Por su lado,Jan Daniel Díaz, de la familia propietaria de Princesa Gastrobar, en el Paseo de La Princesa, definió la iniciativa del restaurante como novedosa y de gran valor cultural para la zona histórica del Viejo San Juan.
“La pieza le da vida no solo al personaje sino a capítulos de la historia de Puerto Rico de principios del Siglo 18. Nos aporta información que muchas personas desconocen”, dijo el joven, recalcando que es una oportunidad para adentrarse en el trasfondo cultural de la isleta de San Juan Bautista.
La presentación inaugural del monólogo estuvo a cargo del actor Braulio Castillo y reunió a representantes de la industria hotelera, tours operadores y agentes de viajes.
La representación finaliza con una canción sobre las grandezas de Puerto Rico y su gente, de la autoría de José Vega “Remi” y Ángel Torres, arreglo musical del productor Angelo Torres (Max Estudio) y coreografía de Jean Pierre.
El vestuario fue diseñado por Lorel Cubano y confeccionado por el joven diseñador Christopher Santana. La dirección de escena recayó en Adriana Pantoja. También contó con la participación de José Emanuelli como extra.
Los interesados en disfrutar de la pieza teatral pueden hacerlo reservando una fecha para grupo en Princesa Gastrobar.
UN PIRATA CON PATENTE DE CORSO
Miguel Enríquez tuvo la suerte de nacer libre por ser hijo de una ex esclava. Su padre, cuya identidad no se conoce con precisión, era un hombre blanco vinculado a los altos estamentos de la sociedad sanjuanera de la época.
El joven mulato —inteligente y aventurero— contaba, además, con una gran ventaja para la época: saber leer y escribir, habilidad que aprovechó para entablar importantes conexiones con la jerarquía del gobierno colonial español, que le otorgó una patente de corso para “proteger los mares y saquear barcos enemigos”, con lo que acumuló riqueza y poder avasallador en el Caribe. INS
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