P. Rico-Ley crea caos al excluir a dueños de funerarias de responsabilidades (Repetición, ajusta texto)

Mayagüez, 10 abr (INS).- La Cámara de Funerarios de Puerto Rico denunció que la nueva ley que regula esos servicios, que recién entró en vigor, ha creado una situación de caos al excluir a los propietarios de estas empresas de cualquier responsabilidad para delegarla en los directores, por lo general un empleado.

Al denunciar la situación creada por la Ley 208 del 12 de agosto de 2018, que tiene el propósito de garantizar la eficiencia de los servicios fúnebres o de cremación, se estableció que la Asamblea Legislativa dejó fuera de cualquier responsabilidad a los dueños de las empresas fúnebres, a menos que tengan licencia para embalsamar, independientemente de que dominen los distintos procedimientos del servicio.

Javier Granell Vega, dueño de la funerarias Fernández, en Mayagüez, y Luis A.  Gonzalez, de la Santa Ana, en Cabo Rojo, destacaron junto a la portavoz Lynette Matos Rosario que de las 365 empresas fúnebres existentes en el país, los dueños de unas 230 no son directores funerarios, lo que se ha tornado en un grave problema para el normal funcionamiento de estas empresas.

De no producirse una enmienda en la ley, cuyo propósito es garantizar la eficiencia de los servicios fúnebres o de cremación y los procesos requeridos en un momento tan doloroso en la vida de miles de ciudadanos, según la exposición de motivos, las labores burocráticas, como la obtención del acta de defunción en el Departamento de Salud, se tornará imposible.

Además, los cambios en el sector responsabilizan a los directores funerarios de cualquier demanda en este sector, función que generalmente realiza un empleado.

Ante el nuevo escenario, los funerarios han tenido que completar nuevos protocolos para certificar sus negocios y registrarlos ante el Departamento de Salud, de igual forma cada funeraria registra sus directores funerarios, explicó a la agencia Inter News Service (INS) Matos Rosario a nombre de la Cámara de Funerarios de Puerto Rico, que preside González.

La normativa vigente delega en el director funeral la custodio del Certificado de Defunción hasta su entrega en el Registro Demográfico de Puerto Rico o cualquier oficina debidamente autorizada por el Registro Demográfico de Puerto Rico para ejecutar tal función.

Igualmente, establece que que el único que puede sacar permisos es el director funerario, prohibiendo al mismo dueño de la funeraria hacer las gestiones para sacar los permisos y brindar el servicio como era de costumbre anterior Ley 258.

En una situación que abona al absurdo, ahora el dueño de la funeraria debe pedir autorización al empleado que se tenga como director funerario para ir y obtener los permisos.

“Es completamente ilógico que el dueño del negocio tenga que pedirle autorización al empleado para poder sacar un permiso ante la Oficina del Registro Demográfico; los dueños son los únicos responsables por todo lo que pase en su negocio, esto quiere decir que en caso de una demanda irían tras el director funerario que no tiene las pólizas y los seguros correspondientes”, manifestó Granell, dueño de la funeraria Fernández.

En este sentido, González indicó, en su condición de presidente de la Cámara de Funerarios de Puerto Rico, que “como dueños de funerarias tenemos todo el derecho en sacar los permisos”.

“Que se le prohíba al dueño es algo ilógico, que nos exijan algo así a los dueños, esto lo que ha provocado es un caos en las más de 365 funerarias que hay en Puerto Rico”, insistió al quejarse que nunca fueron convocados a vistas públicas para estos fines y no se escuchó el sentir de otros funerarios.

González se quejó de que “ahora mismo también tenemos que ir a San Juan a buscar las libretas de defunciones, ya que tampoco las suplen los Registros regionales.

Aunque el dueño de la funeraria Santa Ana, en Cabo Rojo, reconoció que las enmiendas a esta ley se hicieron para evitar que personas que no tuvieran funerarias sacaran permisos, en la medida obviaron hasta a los propietarios, a pesar de estar registrados como tales ante el Departamento de Salud.

La gran mayoría de dueños de funerarias en Puerto Rico no son directores funerarios, pues ese es un trabajo que se subcontrata en muchos casos, pero nadie vio venir el caos al momento de enmendar esta ley que lo pone como el único ente de dirigir una funeraria, resaltaron los empresarios.

En Puerto Rico las funerarias son negocios familiares que van de generación en generación y el director funerario generalmente es un empleado de la empresa. INS

ndc