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Santo Domingo, 29 mar (INS El presidente Danilo Medina consideró que las presentes y futuras generaciones deben asumir el firme compromiso de mantener viva la herencia patriótica de los libertadores dominicanos “y defender hasta con la vida, si es preciso, el más sagrado principio: la soberanía nacional”, dijo al celebrar una batalla vencedora contra los haitianos.
En una carta pública con motivo del 175 aniversario de la Batalla del 30 de marzo, que se desarrolló en Santiago (norte), afirmó que la gesta “es una elocuente demostración de que la unión hace la fuerza, sobre todo cuando se comparten propósitos tan elevados como la libertad y el bienestar social”.
El jefe de Estado rindió tributo de recordación a los próceres de ese movimiento bélico José María Imbert, Fernando Valerio, Achilles Michel, P.E Pelletier, Román Franco Bidó, José María López, Ángel Reyes y a los demás patriotas que alcanzaron el heroísmo en esta hazaña.
La Batalla del 30 de marzo de 1844 fue un gran enfrentamiento en el que las tropas nacionales obligaron a los soldados del general haitiano Jean Pierrot a retirarse del país. La fecha se conmemora con diversas actividades que incluye un desfile militar y policial.
En este combate, encabezado por los generales José María Imbert y Fernando Valerio, el ejército independentista venció nuevamente al haitiano, el cual había invadido la República tras su derrota en la batalla del 19 de marzo, en Azua, provincia suroestana situada a 110 kilómetros (68 millas) desde Santo Domingo.
“El triunfo dominicano en Santiago fortaleció la fe del pueblo en sus aspiraciones liberales y constituyó un gran estímulo a favor de la identidad nacional de todo el colectivo, que ya había comenzado a asimilar la idea de tener un Estado propio, que desde el 27 de febrero de 1844 se llamó República Dominicana”, dice el historiador Juan Daniel Balcácer, presidente de la Comisión Permanente de Efemérides Patrias, en una investigación sobre ese episodio.
Explicó que cientos de soldados quisqueyanos vencieron con energía a unos 10 mil del ejército enemigo, convirtiendo esta batalla en una de la de mayor magnitud después de la ocurrida en la región suroeste.
Recordó que con ese acontecimiento “el pueblo quedó convencido de que era capaz de defender su independencia y que la superioridad numérica del ejército haitiano no podía imponerse sobre la determinación de la gran mayoría de los dominicanos de mantenerse libres e independientes de toda dominación extranjera, de acuerdo con el proyecto duartista de liberación nacional”. INS
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