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Santo Domingo, 18 feb (INS).- El gobierno dominicano confirmó hoy la presencia en el país durante los últimos días de la esposa y dos hijos del presidente haitiano Jovenel Moïse, quien enfrenta una ola de violentas protestas de parte de sectores de la oposición que piden su renuncia.
La información fue confirmada por el director del Departamento Nacional de Investigaciones (DNI), almirante retirado Sigfrido Pared Pérez, quien sostuvo que la entrada al país de los allegados de Moïse se debe a la situación de disturbios y de inestabilidad política que se vive en Haití.
Pared Pérez confirmó al periódico Listín Diario que Martine Marie Etienne Joseph, esposa del gobernante, estuvo desde principios de la pasada semana alojada en un hotel de la Zona Colonial de Santo Domingo y retornó el viernes a su país, mientras que su hijo, Joverlein Moïse, entró el sábado a la capital dominicana pero también regresó ayer a su tierra natal.
En tanto que la hija del presidente haitiano, cuya identidad no fue ofrecida y que entró a la República Dominicana el pasado jueves, actualmente se encuentra en territorio dominicano. Ambos arribaron desde Puerto Príncipe por vía terrestre, atravesando el paso fronterizo de Jimani, comunidad fronteriza quisqueyana situada en el suroeste del país a 276 kilómetros (172 millas) de Santo Domingo.
El director del Departamento Nacional de Investigaciones señaló que los vástagos del jefe del Estado haitiano vinieron escoltados por su seguridad personal.
“Ciertamente, ellos están en la República Dominicana, pero por razones de seguridad es obvio que no podemos ofrecer mayores detalles de su localización”, explicó.
Los visitantes vienen huyendo de la situación de disturbios y desorden que desde hace unos días afecta a Haití, patrocinados por grupos de la oposición que piden la renuncia del presidente Moïse y que sean enjuiciados por corrupción los funcionarios a quienes les atribuyen distracciones de los fondos del programa Petrocaribe.
Este desplazamiento de los familiares directos del mandatario hizo recrudecer las sospechas de que se estaría preparando el terreno para una eventual salida del poder en virtud de las presiones que está padeciendo.
Debido a la crítica situación, el presidente de Haití rompió el pasado jueves el silencio, tras una semana de protestas, ordenando la rebaja en los precios de los alimentos y alzas salariales.
Mientras que según reportes de agencias noticiosas, los gobiernos de Estados Unidos y Canadá ordenaron retirar al personal no esencial de sus embajadas en Puerto Príncipe, debido a los incidentes violentos.
En tanto, cifras extraoficiales revelan que desde el 7 de febrero al menos siete personas han fallecido en medio de manifestaciones de violencia que han paralizado las principales ciudades del país vecino país.
Hace diez días, ese país que comparte la parte occidental de la isla Hispaniola con República Dominicana se ha visto sacudido por saqueos e incendios de propiedades privadas, entre estas estaciones de expendios de combustibles y vehículos, acciones que aumentan la inseguridad en el país más empobrecido de occidente.
El inicio de las protestas coincidió con el segundo aniversario de la llegada al poder del mandatario, un empresario de 50 años del Partido Haitiano Tet Kale (PHTK), y con el 33 aniversario de la caída del régimen dictatorial de Jean-Claude Duvalier.
En opinión de analistas internacionales, Moïse no ha respondido a las expectativas y una parte importante de la población considera que su gestión ha sido un fiasco. INS
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