Costa Rica-Domina el escenario denuncia de abuso sexual contra premio Nobel Oscar Arias

San José, 9 feb (INS).- Al menos cinco denuncias de abuso sexual por parte del dos veces expresidente costarricense Óscar Arias, de 78 años, parecen conducirlo hacia el despeñadero, después de años de ser visto como una figura impoluta de prestigio mundial.

La caída de Arias parece inminente, luego que tuviera que apartarse de su Partido Liberación Nacional, cuando en su interior se planteaba la posibilidad de expulsarlo, mientras amplios sectores reclaman que lo despojen del premio Nobel de la Paz 1987.

La primera denuncia contra Arias, quien fue presidente en los periodos 1986-1990 y 2006-2010, ya que en Costa Rica no está permitida la reelección consecutiva, surgió de la exreina de belleza de Costa Rica 1994 y Señora Mundo 2005, Yazmín Morales, se convirtió este jueves en la segunda mujer que presentó una denuncia penal contra el expresidente por presunto abuso sexual, luego que el martes el Semanario Universidad publicara un amplio relato de una psiquiatra, Alexandra Arce von Herold, sobre una supuesta violación de Arias.

La mujer, entonces de 30 años, manifestó que se reunió varias veces, la primera en 2014, con el exmandatario para impulsar la lucha por el desarme nuclear.

Las acusaciones se suceden desde el martes pasado el semanario Universidad publicó el relato de la psiquiatra Arce, la primera en denunciar penalmente al exmandatario ante la Fiscalía Adjunta de Asuntos de Género por la presunta violación, ocurrida el 1 de diciembre de 2014.

En menos de 48 horas, otras cinco mujeres revelaron los ataques sexuales sufridos por parte de Arias, desde que era candidato a la presidencia de Costa Rica en los comicios de 1986 hasta esta última de la exmiss Costa Rica, que según escrito presentado ante la Fiscalía este jueves refiere que los hechos ocurrieron el Jueves Santo de 2015.

Extractos de la denuncia, publicados en la página de Facebook Escri-Viendo, dedicada a noticias de la farándula y el espectáculo, Morales que no conocía a Arias, indicó que el Premio Nobel de la Paz le mandó una solicitud en esa red social y ella lo aceptó.

Posteriormente le agradeció por los constantes like de Arias a sus publicaciones.

Morales contó que es amante de la filología española y Arias, al percatarse de eso, le habría dicho que le diera su número de teléfono para regalarle uno de sus libros. Por eso, le pidió el contacto —según la víctima— para ponerse de acuerdo y entregarle el regalo en la casa de Arias, ubicada en el capitalino barrio de Rohrmoser.

La exreina de belleza sostiene que “cuando yo me iba acercando a la puerta él se puso frente a mí, se atravesó en la puerta que se encontraba cerrada”.

“Yo soy más alta que él, sin embargo, me agarró de la cabeza, yo andaba el pelo suelto, me agarró, me acercó a la fuerza al cuerpo de él, o sea quedando cuerpo con cuerpo… Luego, con una de sus manos me tocó mis senos por encima de la ropa y luego me dio un beso en la boca en contra de mi voluntad. Yo me quité, me quedé congelada, no sabía que decirle”, relató.

La Fiscalía unió en un solo expediente las dos denuncias que, junto a los otros testimonios, obligaron al exmandatario a solicitar su salida temporal del Partido Liberación Nacional, hecho anunciado por la secretaría general de esa agrupación política.

Pero no todo queda ahí, pues la Federación de Estudiantes de la Universidad de Costa Rica le solicitó al Consejo Universitario retirarle el Doctorado Honoris Causa, distinción entregada a personalidades cuyos trabajos o estudios de carácter cultural hayan alcanzado una notable significación e importancia internacional.

La noche del viernes, cientos de personas de diferentes organizaciones desfilaron por las principales avenidas del centro de San José en contra de las presuntas actuaciones delictivas de Arias y exigiendo sea llevado a juicio público.

Solo resta recordar que el expresidente está pendiente del fallo de una jueza para saber si enfrenta o no un juicio por dos supuestos delitos de prevaricato en el caso Crucitas, una concesión minera a una empresa canadiense declarada de conveniencia nacional, violando disposiciones que prohíben la explotación minera a cielo abierto en Costa Rica.

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