R. Dominicana-Senador acusa al jefe de la Policía de ineficiente y de mantener al paìs en un toque de queda, ante auge de la delincuencia

Santo Domingo, 22 ene (INS).-El senador de Peravia (sur),  Wilton Guerrero, aseguró que el director de la Policía Nacional, mayor general Ney Aldrin Bautista, “tiene al país en un toque de queda” fruto del auge incontrolable de la delincuencia y que ese fenómeno social le está haciendo más daño a la nación que el Sida.

Afirmó que el jefe policial no ofrece garantías ni siquiera para un comandante departamental como el coronel Daniel Ramos Álvarez, asesinado a tiros en Bani el 8 de enero por intervenir un punto de drogas.

“Le está haciendo más daño al país que el Sida, que los femicidios, el desempleo,  y  la mortalidad materna e infantil”, dijo esta tarde el legislador durante una sesión en el Senado de la República.

Al responder, como prometió, al capellán del Palacio de la Policía Nacional Alejandro Cabrera, el congresista del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) dijo que el general Ney Aldrin Bautista no ha sido capaz de frenar la delincuencia.

El pasado domingo, tras concluir una misa, el capellán Alejandro Cabrera pidió al senador oficialista que se callara y no continuara pidiendo que el jefe policial renuncie del cargo.

“Es una frescura de parte de él (Wilton Guerrero), y sobre todo son maneras también provocativas”, expresó el prelado.

Tras oficiar la tradicional misa de los domingos en el Palacio de la Policía Nacional, Cabrera manifestó: “Le pedimos al senador que permita a la Policía actuar y profundizar y que haga silencio; que se calle, que no toque ciertas teclas que son peligrosas, y sobre todo que él como senador haga su trabajo a favor del pueblo de Baní, pero a la Policía que la deje actuar y que la deje trabajar”.

En su intervención, Guerrero destacó que el paìs no hay seguridad ciudadana “ni siquiera para un hermano del arzobispo metropolitano de Santiago, Freddy Breton, el señor Evangelista Breton”.

Evangelista Breton falleció al recibir varias puñaladas la pasada semana en Santiago (norte) por sujetos desconocidos para despojarlo de una motocicleta.

Guerrero manifestó que  hasta los oficiales de cualquier rama militar o de seguridad, cuando salen a las calles, ocultan cuidadosamente su arma de reglamento, por temor a los delincuentes, contrario a la práctica de que era un signo de poder u ostentación.

Dijo que nadie se atreve a exhibir una joya en público, provocando las quiebras de las joyerías y no hay garantías para los productores agropecuarios, que se ven imponente cuando les roban el  ganado y sus frutos, y tienen que organizar grupos armados de autodefensa.

Le recordó al capellán policial que cuando formaliza la denuncia, lo hace como un ciudadano en  pleno derecho de sus deberes. INS

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