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San Juan, 5 sep (INS).- La organización sindical Educamos imputó este jueves al Departamento de Educación estar sumido en la improvisación y la falta de sensibilidad, al tener las prioridades invertidas, entre otros tantos males habituales en esa agencia gubernamental.
“En la Escuela Emilio Scharón Rodríguez de San Sebastián, (Educación) esperó a que comenzaran las clases para iniciar labores de reconstrucción, (por lo que) se clausuró el primer nivel (lo que llevó) a que muchos maestros fueran removidos de sus salones casi de un día para otro”, dijo la organización.
El gremio de docentes estableció que “esto obliga a que los demás salones tengan que ser compartidos y muchos compañeros tengan que rotar con sus materiales a cuestas para poder dar clases; los baños de facultad están fuera de servicio causando incidentes que incluso atentan contra la privacidad”.
La vicepresidenta de Educamos, Eva Ayala Reyes, explicó que al estarse construyendo, hay demoliciones, fuertes ruidos de martillazos y maquinaria, continuas interrupciones, distracciones y sobresaltos, contaminación con la pulverización que se genera, entre otras consecuencias”.
“Esto afecta no solo el proceso educativo, sino la salud física y emocional del personal y estudiantes, (por lo que) han aumentado considerablemente los dolores de cabeza, alergias nasales y de la piel, afecciones de la garganta y otros problemas de salud”, dijo Ayala Reyes.
Además, advirtió, durante el recreo o los recesos de almuerzo hay graves problemas de seguridad en el patio que ponen en peligro a los estudiantes, ya que el espacio se ha reducido y, como si no fuera suficiente, no han llegado las sillas y mesas prometidas por el Departamento de Educación, lo que obliga a estar en pupitres incómodos por largos periodos.
Un caso similar ocurre en el municipio de Las Piedras, donde se obliga al personal a permanecer en la Escuela Santiago Torres mientras transcurren las labores de reconstrucción, a sabiendas de las autoridades de Educación que la reconstrucción y demolición generan micropartículas, ruidos y otras alteraciones que causan irritaciones a la piel, ojos, vías respiratorias, se volatilizan partículas químicas que pueden contener cancerígenos, como el sílice.
“No entendemos por qué hay que esperar que empiecen las clases para iniciar la reconstrucción de escuelas, con todo lo que esto implica y de lo cual el DE y sus altos funcionarios tienen conocimiento. Encima de eso la ola de calor donde la temperatura sube a sobre 100 grados, convierte las escuelas en cámaras de tortura”, precisó Ayala Reyes.
Refirió que a lo anterior, se unen a los apagones y vaivenes en la energía eléctrica ante la ineficiencia de las empresas LUMA y GeneraPR, “convierten el panorama educativo en uno de carácter patético.
Pero como si esto fuera poco, para este año escolar, el DE ha decidido ir recortando el Programa de Bibliotecas Escolares en las escuelas regulares alegando que los fondos son insuficientes.
Educamos reveló que otra de las escuelas afectadas es la Clemencia Meléndez, de Cidra, donde aunque hay un salón biblioteca debidamente equipado, el departamento se niega a nombrar la plaza de bibliotecaria, a pesar de que su propia normativa establece que las bibliotecas fortalecen el proceso educativo y son necesarias en todas y cada una de las escuelas.
Una situación similar ocurre en otra escuela de Las Piedras, y lo más insólito es que se declaró excedente al bibliotecario de la Escuela Agustín Stahl, de Bayamón.
“Lo anterior, sin contar la abundancia de casos de acoso laboral, las docenas de medidas cautelares en situaciones fabricadas, los problemas con los nombramientos y otras situaciones que afectan el sistema educativo, mientras sigue la politiquería, los contratos para allegados a ciertos políticos matizados de corrupción, la compra de bultitos promocionales, el atornillamiento de funcionarios y otras prácticas que forman parte del flolklore burocrático de nuestro sistema educativo”, resumió la vicepresidenta de Educamos.INS
ndc