R. Dominicana-Gobierno dominicano perturbado por  incendios forestales presuntamente inducidos, las huelgas comunitarias y la escasez de agua potable  (crónica)

Bomberos sofocando un incendio en el Parque Nacional de Valle Nuevo. Inter News Service

Santo Domingo, 14 mar (INS).- Las últimas semanas se han registrado en diferentes puntos del país varios incendios forestales y en gigantes vertederos municipales, acciones que se atribuyen al período de sequía que en este momento afecta a la República Dominicana o a la tala y quema de malezas de parte de personas para sembrar productos agrícolas.

Sin embargo, la versión más comentadas en los medios de comunicación y las redes sociales es que esos fenómenos son inducidos de forma intencional por supuestos sectores políticos de la oposición para desmeritar el trabajo que están desarrollando las autoridades gubernamentales y justo cuando se habla de una posible reelección del presidente de la República, Luis Abinader, líder del oficialista Partido Revolucionario Moderno (PRM).

A parte de los incendios, de manera simultánea, se están produciendo paros barriales, comerciales y educativos promovidos por organizaciones provinciales demandando del gobierno central la realización de proyectos de infraestructuras y otras reivindicaciones.

Otro problema perturbador es la sequía de agua que se reporta en algunas comunidades, situación que ha sido aprovechada y agregada a la agenda del liderazgo político de entidades como el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) y la Fuerza del Pueblo, que atribuyen esos fenómenos a la incapacidad gerencial del Poder Ejecutivo.

Pobladores de la zona Verón-Punta Cana (al este del país) denunciaron que los fuegos forestales se inician en horas de la madrugada, lo que ha generado sospechas de que son hechos intencionales aprovechando el tiempo de escasez de agua. De acuerdo con los lugareños, los bomberos están agotados y se están solicitando voluntarios para paliar la situación.

Señalaron que las autoridades enviaron soldados del Ejército Nacional, pero “quienes lo están haciendo, están al acecho y aprovechan la madrugada para quemar en el lugar menos indicado”.

Esa realidad se está produciendo en escalada. Se recuerda que el 12 de marzo de 2023, el Juzgado de la Instrucción del Distrito Judicial de Azua (región sureña) impuso una garantía económica de un millón de pesos (18,202 dólares) y presentación periódica como medida de coerción en contra el agricultor Klen Ramírez, que a finales de febrero pasado causó una deflagración en el área protegida del Parque Nacional Valle Nuevo, ubicado en la provincia La Vega (región norte).

Otros siniestros forestales de grandes dimensiones, sofocados hace poco, se produjeron en el Parque Nacional Sierra de Bahoruco, provincia Barahona (suroeste) y  el vertedero de Duquesa ubicado en una zona densamente habitada del municipio Santo Domingo Norte, un permanente foco de infección que opera causando estragos sin cesar desde el año 2002.

Paros secuenciados

La denominada entidad Cualificación de Organizaciones Populares del municipio Navarrete, provincia Santiago, paralizaron todas las actividades comerciales, laborales y educativas, en demandas de reivindicaciones sociales, así como la puesta en libertad de uno de su miembro, quien guarda prisión acusado de herir a un policía.

Con esta huelga por 48 horas, además, los convocantes exigen la culminación de aceras y contenes de unos diez sectores de ese municipio, por falta de agua potable.

Esos movimientos también se han detonado en otras comunidades donde los manifestantes saquearon los negocios.

La reacción del gobierno dominicano fue enviar a esos lugares un contingente de agentes especiales de la Policía Nacional, así como miembros del Ejército Dominicano, que se encuentran desplegados para enfrentar a los manifestantes.

Por igual, cabe agregar que a esos paros escalonados las demandas en las calles promovidas por la Asociación Dominicana de Profesores (ADP) pidiendo del gobierno el aumento a 60,000 pesos en las pensiones otorgadas en el pasado a maestros jubilados.

Falta de agua

Es el otro problema con el que están lidiando las autoridades estatales, un fenómeno que se está sintiendo más en sectores de la provincia Santo Domingo y el Distrito Nacional, demarcaciones que conforman el Gran  Santo Domingo.

La Corporación del Acueducto y Alcantarillado de Santo Domingo (CAASD) informó que debido a la disminución de lluvias que afecta al país desde el pasado mes de noviembre, se ha registrado un déficit de alrededor de 73.48 millones de galones diarios en la producción de agua. Para el 22 de mayo del 2022, la institución reportó que su producción del líquido presentaba un déficit de 98 millones de galones al día, lo que impactó mayormente al municipio Santo Domingo Este y varios sectores del Distrito Nacional.

La gerencia de la institución ha reprogramado el horario del suministro para que los usuarios puedan abastecerse durante unas 24 horas, a la vez que exhorta a la población a racionalizarla.

No obstante, debido a la disminución de los caudales de los ríos Haina, Duey, Isa, Mana, Isabela, Nizao y Ozama, quienes suplen los principales acueductos, lo que implicó un declarado estado de sequía, la corporación ha estado disminuyendo sus tiempos de expendio de agua y tras largos días sin recibir el líquido en sus conductos.

Dada la gravedad del caso, en los barrios de la capital dominicana, la gente ha adoptado la mecánica de ubicar frente a sus casas gigantes recipientes plásticos para que les sea más fácil llenarlos, tras comprar el agua que se distribuye en camiones privados, su nueva metodología para salvaguardarse. En esa compra invierten entre 1,300 y 1,500 pesos nacionales (entre 24 y 27 dólares), lo que también representa un buen negocio para las empresas privadas que venden el líquido en botellones a razón de 45 pesos (0.82 dólares).

En algunas comunidades, los moradores son auxiliados por   instituciones samaritanas, como “Grupo Hormigones Almería”, “Grupo Alonzo” y otras empresas industriales, que les envían camiones tanqueros llenos de agua.

En determinados puntos, se han organizado entre vecinos para comprar entre todas la cantidad de galones suficientes para llenar cisternas y poseer una cantidad de agua por mayor tiempo; otros han acudido a la compra recurrente de botellones de agua para realizar actividades fuera de las que normalmente se usa, como aquella de aseo personal y limpieza. Es una eventualidad que perdurará hasta que las lluvias retornen sobre el territorio nacional. INS

mv/

Attachments