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Por Rafael Santiago Medina
San Juan, 23 ene (INS).- El gatopardismo o lo lampedusiano es, en ciencias políticas, aparentar “cambiar todo para que nada cambie”, paradoja expuesta por Giuseppe Tomasi di Lampedusa (1896-1957) y expresada de esta manera: “Si queremos que todo siga como está, es necesario que todo cambie”.
Tal gatopardismo es lo que se está produciendo con el asunto energético de Puerto Rico por parte de las autoridades federales. Tanto el Departamento de Energía federal como la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA) están fingiendo cambios para que nada cambie.
La publicación que ambas agencias federales anunciaron sobre el primer informe de la Iniciativa PR100 que busca determinar cuáles son las mejores vías para alcanzar la meta de que el 100 por ciento de Puerto Rico tenga energía proveniente de fuentes renovables para el 2050 resulta ser la pretensión de que todo siga como está, haciendo la pantomima de que todo cambie.
Según se anunció, el equipo del proyecto realizó un modelaje y análisis inicial de la viabilidad, ventajas y desventajas de cada escenario. Los hallazgos preliminares del primer año de investigación del estudio. Estos hallazgos indican que supuestamente el potencial de energía renovable en Puerto Rico supera significativamente la demanda actual total de energía.
Se concluye, asimismo, que los recursos de energía distribuida y las configuraciones de sistemas alternativos, por ejemplo, proyectos de energía solar, comunitaria o agrovoltaica podrían garantizar que se cumpla con los objetivos de energía renovable mientras preserva las tierras agrícolas y las áreas protegidas.
El estudio señala además la urgencia de agregar generación de energía adicional significativa para mejorar la confiabilidad en el sistema eléctrico.
Con tal propósito, lo que se indico fue que el Estudio PR100 ayuda a garantizar que las acciones de recuperación de energía financiadas con fondos federales se alineen con la política energética y las necesidades de resiliencia de Puerto Rico, se coordinen en sectores y esté a la par con las mejores prácticas de la industria, en la medida que docenas de nuevos proyectos de recuperación de energía avanzan hacia la construcción.
Sectores que critican lo que consideran es un aguaje por aparentar estar haciendo algo, han descrito este anuncio hecho como “una madeja de retórica” que no termina proyectando cosa alguna concretamente.
El anuncio del Estudio PR100 es considerado “un aguaje lampedusiano” para justificar y darle algún contenido a la privatización del sistema energético generatriz, que traspasa un monopolio público a lo privado, pero dejándolo igualmente monopolizado. INS
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