P. Rico-Sin propósito energético transformador la privatización de la generación de electricidad

La secretaria de Energía de Estados Unidos, Jennifer Granholm, no ha avanzado. Inter News Service

Por Rafael Santiago Medina

San Juan, 20 ene (INS).- Dramatizar un aguaje valiéndose de una muleta fue algo similar a lo que el presidente estadounidense Joe Biden hizo con la encomienda que le asignó a la Secretaria del Departamento de Energía de Estados Unidos, Jennifer M. Granholm, acerca del asunto energético de Puerto Rico. No terminó siendo más que eso: un aguaje.

Tras comenzarse en proceso de privatización de la generación de energía eléctrica que durante décadas estuvo estatizado y en manos de la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE), la transferencia del monopolio a un consorcio privado no tiene visos de que vaya a haber una transformación energética en Puerto Rico. Por lo menos, no hay nada visible y pronosticable para el futuro inmediato.

La expectativa era que la privatización de la fase generatriz de la energía eléctrica estuviera enmarcada en metas de transformación energética y fuera predecible la descarbonización en la producción de electricidad.

Ir deteniendo con fuentes de energía renovable las emisiones de CO2 y demás gases de efecto invernadero que provocan el cambio climático y el calentamiento global hubiera sido en Puerto Rico una noticia de mucha acogida dentro de la cual pudo estar enmarcada el anuncio de la privatización del proceso generatriz energético.

La privatización hubiera tenido, así, un propósito loable, más allá de lo económicamente dogmático de echar abajo la reminiscencia sistémica de una economía mixta entre lo estatizado y lo enteramente privado. Lo único previsible de la privatización propuesta es transferir un monopolio intrínseco del mercado de electricidad de lo público a lo privado, sin tenerse bajo consideración otro alcance.

Tras el anuncio de la privatización no se ha escuchado comentario alguna de Granholm, la Secretaria de Energía de Estados Unidos, que pudiera impartirle un cariz transformador de carácter energético al proceso privatizador. Todo se trata meramente de poner la generación de electricidad en manos privadas, sin más. Al menos, esa es la sensación general que se tiene en el país. INS

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