P. Rico-Los vicios de construcción del puente atirantado de Naranjito que se pasaron por alto: la manifestación más burda de desgobierno (Análisis)

Por Rafael Santiago Medina

San Juan, 15 ene (INS).- Las corruptelas, displicencias y negligencias en la inspección y aprobación del proyecto de construcción por Las Piedras Construction del puente atirantado de Naranjito es la manifestación más burda de desgobierno en Puerto Rico.

Este caso quedará en los anales de la historia del país como un abominable acto de intento de impunidad, cuya displicencia y negligencia de las autoridades gubernativas pudo descubrirse años más tarde, con consecuencias de haber sido un acto criminal, mediante el cual se puso en peligro miles de vidas que transitan a diario por el puente.

El presidente del Colegio de Ingenieros y Agrimensores de Puerto Rico (CIAPR), Faustino González Quiles, ha puesto el dedo acusador sobre la Autoridad de Carreteras y Transportación (ACT) y pidió a la entidad gubernamental que investigue y adjudique responsabilidades, tanto por los vicios de construcción, como por la inspección de las obras de construcción del puente atirantado de Naranjito.

“No nos va a temblar la mano”, afirma González Quiles, al tiempo que enfatiza que el Tribunal Disciplinario la institución que preside atenderá cualquier querella que reciba contra alguno de sus miembros en relación con la construcción de la obra parcialmente inservible en Naranjito.

A pesar de que la ACT conocía de los vicios de construcción en el puente, continuó pagando las facturas que superaron los $31.8 millones. Ahora los arreglos requeridos a la obra de construcción casi duplicarán su costo inicial, ya que se requiere una inversión de unos $25 millones.

Ya desde antes del primer aniversario de la inauguración del puente atirantado, en agosto de 2009, la ACT supo mediante una inspección rutinaria que la superficie del puente tenía ondulaciones de hasta 21 centímetros, una falla estructural que provocaba vibraciones e impactos de peso excesivos en los cables del puente al transitar vehículos y camiones. Sin embargo, no se tomaron las acciones remediales correspondientes.

A pesar del conocimiento que se tenían de las fallas, la ACT no le reclamó al contratista Las Piedras Construction y a ninguno de los involucrados en la obra. No investigó, tampoco, la causa de esa falla y durante años, otras inspecciones reiteraron y ampliaron los señalamientos que hacían referencia inequívoca a vicios de construcción, incluyendo el uso de cartón para tapar huecos que debían contener concreto.

El ingeniero González Quiles opina que esas fallas y vicios de construcción debían ser investigadas para la adjudicación de responsabilidades. “El país está pidiendo (saber lo que pasó), hay que ver qué fue lo que pasó y evitar que ahora con la reconstrucción que se va a hacer del puente ocurra algo similar”, planteó.

González Quiles recordó que la entidad que preside, como colegio profesional creado por ley, tiene un Tribunal Disciplinario de Ética Profesional que evalúa la conducta ética tanto de los ingenieros como de los agrimensores que forman parte de la institución.

“De llevarse a cabo las investigaciones correspondientes, se reciben los referidos de parte de la agencia de gobierno envueltas en el asunto y nosotros evaluamos la conducta ética de esos colegiados que estuvieron presentes en dicho proyecto, pero tiene que surgir una querella en contra de esos colegiados”, indicó.

La edificación del puente atirantado de Naranjito inició el 2 de agosto de 2002 y consistía en la construcción de 0.71 kilómetros de carretera con dos carriles de 3.65 metros, paseo en cada dirección, y un puente atirantado de 320 metros en vigas de 82 metros.

La obra fue parte de una serie de proyectos que constituyeron el expreso PR-5, que conectó los municipios de Naranjito, Comerío, Barranquitas, Orocovis y otros pueblos del centro de la isla, con el área metropolitana.

Se proyectó que el puente estaría culminado el 19 de octubre de 2004. Pero la ACT le aprobó al contratista, Las Piedras Construction, cinco extensiones de tiempo contractual que alargaron el periodo de entrega hasta el 30 de septiembre de 2008.

Para justificar los retrasos, la compañía y la ACT aseguraban cumplir con “estándares de calidad bien rigurosos, los cuales toman un tiempo significativo durante la construcción”.

La aceleración de la obra en ese momento permitió al exgobernador Aníbal Acevedo Vilá inaugurar el puente el 24 de octubre de 2008, once días antes de las elecciones generales de ese año.

En aquel momento no se establecieron en las inspecciones cuáles eran las condiciones estructurales del puente al momento de la inauguración. Pero menos de un año después, apareció la primera evidencia de falla estructural en el puente.

El 21 de agosto de 2009, una inspección rutinaria de la ACT encontró que la superficie de la losa de hormigón del puente, por donde transitan los vehículos, tenía ondulaciones de hasta 21 centímetros y grietas “finas a medianas, especialmente en el área de anclaje de los cables”. En ese momento, se estimó en hasta 10% el deterioro de la losa.

El impacto ya era de tal magnitud, que en el 2013 la firma Atkins afirmó que el puente no tenía “capacidad para soportar la demanda real de carga viva” y recomendó cerrar los carriles exteriores para el tráfico. De ahí la determinación de la ACT, que cerró esos carriles en abril de 2014.

Además de las ondulaciones de hasta 21 centímetros en la losa del puente atirantado de Naranjito, registradas al menos desde agosto de 2009, otras inspecciones identificaron que había áreas críticas de la estructura que contenían agua estancada y humedad, que habían provocado corrosión acelerada en la obra inaugurada hace apenas 14 años.

Diez años después de la inspección rutinaria de la ACT que evidenció las ondulaciones, otra inspección rutinaria el 4 de diciembre de 2019 encontró que, durante la construcción, “utilizaron cartón para rellenar parcialmente los orificios de las cavidades de los tendones y, posteriormente, se cubrieron con mortero”.

El Colegio de Ingenieros y Agrimensores de Puerto Rico advierte que, de identificarse violaciones a los cánones de ética de la profesión, el profesional de ingeniería pudiera enfrentar desde multas y suspensión, hasta la revocación de su licencia, dependiendo de la gravedad de la violación probada. Una violación ética, por ejemplo, sería que un profesional de ingeniería identifique una deficiencia estructural en un proyecto bajo su responsabilidad y no la notifique.

González Quiles, presidente de la entidad, hace el recordatorio de que, de surgir una o varias querellas, el Colegio solo atiende violaciones éticas. Si existiera una investigación que identifique un señalamiento de carácter criminal, debería atenderse en un tribunal de justicia.

Antes del primer aniversario de la inauguración del emblemático puente atirantado en Naranjito, una inspección rutinaria de la Autoridad de Carreteras y Transportación (ACT) en agosto de 2009 encontró ondulaciones de hasta 21 centímetros en la superficie de la estructura, provocando vibraciones e impactos de peso excesivos en los cables del puente al transitar vehículos y camiones.

Durante años, otras inspecciones reiteraron y ampliaron los señalamientos que hacían referencia inequívoca a vicios de construcción, incluyendo el uso de cartón para tapar huecos que debían contener concreto.

Pese a la evidencia contundente en manos de la ACT, la dependencia no levantó reclamos al principal contratista de la obra, Las Piedras Construction, y a ninguna de las compañías involucradas, y continuó emitiendo pagos que cerraron el costo de la obra en $31,819,351.10, $4 millones por encima del estimado original en el 2002. Las deficiencias estructurales en el puente alcanzaron tal nivel, que rehabilitarlo costará al menos $25,969,680. INS

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