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En una imagen de archivo haitianos entrando al mercado binacional por la provincia dominicana de Dajabón. Inter News Service
Santo Domingo, 1 jun (INS).- La compleja realidad de Haití donde impera la inseguridad política y social, que se ha visto agravada por la crisis internacional, podría generar en un futuro cercano una hambruna en el vecino país y por consiguiente, una estampida de ciudadanos haitianos hacia territorio dominicano.
El expresidente del Parlamento Centroamericano (Parlacen), Manolo Pichardo, afirmó que esa situación de haitianos intentando entrar al país en masa, “provocaría un caos sin precedentes y la balcanización de la isla”.
“Desencuentros violentos entre hermanos; unos por sobrevivir y otros por preservar la estabilidad que construyeron por décadas sin que en Haití haya un interlocutor con el que los dominicanos puedan negociar”, dijo Pichardo.
En declaraciones ofrecidas al diario impreso local El Día, el dirigente político manifestó que en Haití se está incubando un escenario explosivo producto de la convergencia entre la crisis interna y la externa, como son control casi absoluto de las bandas secuestradoras que se disputan el territorio con violencia incontrolable, además de la permanente escasez de alimentos y combustible.
“A esto se añade una comunidad internacional indiferente a Haití, ahora ocupada en problemas económicos derivados de la pandemia Covid a lo que se suma la guerra ruso-ucraniana -Occidente contra el resto- y las sanciones de impacto en la producción, distribución y precio de los alimentos”, indicó.
Pichardo precisó que más que un Estado fallido, en esa nación caribeña hay un Estado en proceso de disolución “que deja un territorio ingobernable, semejante a un amorfo y desconcertado conglomerado humano acorralado en la desesperación y desesperanza, con una sola vía de escape: República Dominicana”.
El político y escritor, primer presidente dominicano del Parlamento Centroamericano y la de la Conferencia Permanente de Partidos Políticos de América Latina y el Caribe (COPPPAL), cuestionó sobre sí el gobierno dominicano ha visto en su justa dimensión, y actual coyuntura, la situación haitiana y ha pensado en cómo enfrentar lo que pudiera venir.
“El flujo de la desesperanza hacia República Dominicana es cada vez más acentuado, más evidente e impactan en el campo, la construcción, la salud, la educación, la hotelería, las zonas francas; en fin, la cuestión es, ¿qué podría pasar ante una salvaje estampida existencial?”, concluyó.
En ese contexto, se ha informado que las bandas criminales haitianas se extienden a pueblos en ruta hacia la frontera con la República Dominicana, donde operan los mercados binacionales, según una reseña hecha por el reportero del periódico local Listín Diario, Ricardo Santana, desde el municipio Dajabón (región noroeste del país).
Explica que esa realidad preocupa a habitantes de las zonas Norte, Noroeste y Noreste de Haití y pone en alerta a las autoridades quisqueyanas que han adoptado un mayor reforzamiento militar para resguardar la parte limítrofe común con el vecino pueblo más empobrecido de América Latina que registra una población de 11 712 606, de acuerdo con el censo más reciente.
Por otro lado, la Policía Nacional de Haití informó en su cuenta de Twitter que, durante un enfrentamiento a tiros con sus agentes, murió un criminal buscado activamente por las autoridades de ese país.
El supuesto delincuente fue identificado como Ti Macelyn. A quien la institución describió como un líder pandillero “altamente peligroso”. INS
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