P. Rico-Lento y desarticulado el ajuste hacia nuevos modelos de energización y de eficiencia energética en el país

El director ejecutivo de la AEE, Josué Colón. / Inter News Service

Por Rafael Santiago Medina

San Juan, 26 may (INS).- Pese a que el precio del barril de petróleo mantiene su tendencia alcista y los precios del gas natural se elevan paralelamente en el mundo, los abonados del servicio eléctrico en Puerto Rico tendrán que esperar entre dos a tres años antes de que puedan ver algún alivio en sus facturas como resultado de la integración de proyectos de energía renovable.

Según lo revelado por el director ejecutivo de la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE), Josué Colón, casi cuatro meses después de que el Negociado de Energía de Puerto Rico (NEPR) aprobara los primeros proyectos de energía renovable para cumplir con los objetivos de energía verde establecidos en la Ley de Política Energética de Puerto Rico, la corporación pública todavía no ha firmado los contratos de compra y operación de energía (PPOA, en inglés) con los proponentes seleccionados.

Para los contratos de PPOA, es necesario que la AEE negocie el precio final que la corporación pública pagará por la electricidad que generarán los proponentes, pero ese precio -a su vez- depende del análisis de interconexión que, al presente, realiza LUMA Energy, explicó Colón.

“Es un reto bien grande conseguir el objetivo de 40% de generación renovable en el 2025″, al modo de ver de Colón, al tiempo que reveló que si bien el NEPR y la Junta de Supervisión Fiscal (JSF) dieron su aval a 18 propuestas, eso no significa que todos esos proyectos se llevarán a término.

En febrero pasado, el NEPR aprobó una nueva ronda de contrataciones con empresas de energía renovable para cumplir con la Ley 17 de 2019 y un mes más tarde la JSF catalogaba como un paso “histórico” los proyectos seleccionados durante la primera etapa.

Entre otras cosas, la Ley 17 de 2019 requiere que Puerto Rico ponga fin a la generación eléctrica con derivados del crudo para dar paso a la energía renovable en un plazo de 30 años. Al presente, solo el 4% de la generación eléctrica en la isla proviene de fuentes renovables.

Se suponía que este año, el 20% de la electricidad en Puerto Rico se generase  con fuentes renovables y para el 2025, el objetivo de generación renovable debe duplicarse. Para el 2050, la totalidad de la generación eléctrica en Puerto Rico debe ser verde.

Lo que sucede en Puerto Rico contrasta con el hecho de que la Unión Europea ha fijado como objetivo de innovar el modelo de energización eléctrica actual de fuentes de energía fósil por energía verde y mejorar su nivel de eficiencia energética, a fin de mejorar la economía de sus países integrantes.

El objetivo está sustentado en el principio de que la energía eléctrica mueve las economías del mundo, pero hay que hacerlo de manera responsable con el ecosistema, y más eficientemente de como se ha hecho hasta ahora.

A lo largo del siglo 20, el desarrollo económico de los países ha implicado un aumento del consumo energético. Se necesita hoy en día energía eléctrica para todo, porque hemos hecho de la electricidad la base de nuestro modo de vida actual: viajes, producción de bienes y servicios, ocio, etcétera.

El actual modelo energético basado en combustibles fósiles no renovables y muy contaminantes ha desembocado en un cambio climático acelerado fruto de las emisiones constantes de CO2.

Las sociedades desarrolladas empiezan a entender la energía de otra manera. Tanto a la hora de producirla como a la de consumirla. Ahora el medio ambiente importa y es el momento de contribuir a la sostenibilidad planetaria, potenciando la eficiencia energética.

Empero, junto a los cambios en el modelo de electrificación amigables con el ecosistema en que vivimos, se considera que se ha logrado eficiencia energética cuando se reduce el consumo de electricidad a menos de la media para realizar una actividad. En otras palabras, se gasta menos energía para realizar el mismo trabajo.

De este modo surgen electrodomésticos de bajo consumo, bombillas LED que gastan veinte veces menos que las incandescentes, coches que recorren 100 km con 3.5 litros, casas pasivas que apenas consumen para controlar su temperatura, y así por el estilo.

El uso consciente de las fuentes de energía y el ahorro energético comienza a empedrar el camino a seguir. La mejora de la eficiencia energética y el desarrollo económico van de la mano.

La conexión está muy clara, en el siglo 21 la riqueza de un país está ligada no solo a su capacidad de producción energética amigable con el medioambiente, sino a la capacidad de ser eficiente en el uso de la energía. INS

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