P. Rico-Crímenes de honor: reminiscencias de tradiciones culturales medievales en el mundo

Por Rafael Santiago Medina

San Juan, 24 may (INS).- El derecho de cada nación de ejercer su legado cultural libremente y sin intervención extranjera es algo relativo en el contexto de los valores globales que rigen a la humanidad y su código de valores.

Esto pudo comprobarse por una reciente noticia proveniente de Pakistán, donde dos mujeres fueron asesinadas brutalmente para vengar el supuesto honor burlado de una familia. Las mujeres residían en España, y habían sido obligadas a casarse con sus primos en su país de origen.

Dos hermanas, afincadas en Tarrasa desde hace años, tenían el permiso de residencia español, pero no la nacionalidad.

Según se ha conocido, y han confirmado las autoridades locales, las jóvenes Uruj y Anisa Abbas, de 21 y 24 años, habrían contraído matrimonio de manera forzosa con dos de sus primos residentes en Pakistán hace un año.

De manera reciente, y engañadas por sus parientes, se habían desplazado hasta Nathia, el pueblo donde vive su familia, en el distrito de Gujrat, de la región del Punjab, para resolver el conflicto ya que, según parece, la familia presionaba a las mujeres para que intercedieran ante las autoridades españolas para permitir la entrada al país de los dos hombres.

Burlaron el honor de su familia y fueron brutalmente maltratadas y sufrieron la muerte por ello. Fueron torturadas y asesinadas el pasado viernes, al rechazar el matrimonio que había sido apalabrado por sus propios padres con sus primos.

Las mujeres no solo se negaron a obedecer para regresar a España con sus maridos, sino que trataron de deshacer el matrimonio forzado. La reacción de la familia fue asesinarlas. Uno de los hermanos de las víctimas, dos tíos, los dos maridos, de nombre Atiq y Hasan, y sus suegros las estrangularon para luego ser rematadas de un tiro por otro familiar, que está en fuga en Pakistán, donde los crímenes por honor son penados con cárcel.

La madre de las mujeres, de nacionalidad española, al tratar de interceder, fue encerrada en una habitación desde donde oyó la agresión y atroz agonía de sus hijas.

La policía local, que es la que radicó cargos contra los asesinos, ya que la madre no puso denuncia, detuvo a seis personas, entre ellas los maridos de las dos jóvenes asesinadas, y busca a un séptimo individuo. Cinco están en prisión.

Un portavoz policial citado por la agencia AFP confirmó que se investigan los hechos como un “crimen de honor” y relató cómo la familia logró que las dos mujeres viajasen a Pakistán bajo engaño.

Según la versión con la que cuentan las autoridades paquistaníes, la familia creó una historia para convencerlas de viajar “por unos días”.

Al no ser ciudadanas españolas, no se puede activar el servicio de asistencia consular de la embajada. Además, se trata de paquistaníes que se encuentran en su propio país, por lo que son las autoridades de Pakistán las que se ocupan del suceso.

Reforma legal en 2005

Aunque Pakistán enmendó su Código Penal en 2005, la práctica sigue enraizada, principalmente en zonas rurales. Si bien la Comisión de Derechos Humanos de Pakistán cifra en más de 450 los “crímenes de honor” en este país en 2021, agrupaciones como Human Rights Watch estiman que la cifra verdadera se acerca a los mil asesinatos.

El problema es que sigue siendo criterio de cada juez que los asesinos puedan ser perdonados si un familiar de la o las víctimas, en este caso, lo solicita. Los casos suelen ser determinados por “yirgas” (asambleas que reúnen a los notables y a los líderes locales) que suelen conformarse en áreas rurales. INS

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