P. Rico-Un veto del gobernador Pierluisi a pieza legislativa que pudiera considerarse uno de sus más grandes desaciertos hasta ahora bajo su administración gubernativa

Por Rafael Santiago Medina

San Juan, 9 ene (INS).- En un país con tan baja producción de los alimentos que consumimos y tan altamente dependiente de las importaciones, el veto del gobernador Pedro R. Pierluisi Urrutia a la pieza legislativa que procuraba la creación de un Consejo Asesor de Seguridad Alimentaria, adscrito a la Oficina de la Gobernación en La Fortaleza es ―a todas luces― un desacierto.

Sería una suspicacia pensar que el veto de Pierluisi obedeció absurdamente a que el proyecto de ley era de la autoría del representante Héctor Ferrer Santiago, habiendo tenido el apoyo, como pocas iniciativas legislativas, tanto en la Cámara de Representantes como en el Senado, de las delegaciones del Partido Popular Democrático (PPD), así como de las del Partido Independentista Puertorriqueño (PIP), el Movimiento Victoria Ciudadana (MVC) y Proyecto Dignidad (PD) y el senador independiente José A. Vargas Vidot, la bancada legislativa del Partido Nuevo Progresista (PNP) le votó en contra, sin explicación alguna.

Legisladores del PNP, como Migdalia Padilla, Nitza Morán, Marissa Jiménez en el Senado y Gabriel Rodríguez Aguiló en la Cámara de Representantes, se encontraban ausentes en el momento de la votación.

La legislación fue aprobada en el último día de sesión ordinaria el pasado 16 de noviembre, tras concurrir con las enmiendas aprobadas por el Senado. 

Crear un consejo asesor de especialistas para brindar asesoramiento, análisis y desarrollo de propuestas para el diseño de una política pública para atender la seguridad alimentaria y el abasto de alimentos, así como la protección y reactivación de terrenos agrícolas y la formación de agroempresarios locales y mercados agrícolas, entre otros temas, constituido por el Secretario del Departamento de Desarrollo Económico y Comercio, el Secretario del Departamento de Agricultura y tres personas de probada capacidad y liderato, identificadas con el campo de las Ciencias Agrícolas, la Economía o Seguridad Alimentaria, resultaba ser una excelente idea que fue patada por el gobernador Pierluisi, como se patea un pequeño desecho que nos topamos a nuestro paso por algún lugar mientras caminamos.

De esos tres miembros de expertos externos que no eran funcionarios gubernamentales designados que hubieran constituido el Consejo Asesor de Seguridad Alimentaria, uno iba a ser elegido por el Gobernador y los otros dos por la Legislatura.

Lo que se intentaba con el proyecto legislativo era preparar un plan estratégico sobre seguridad alimentaria para Puerto Rico, a los seis meses de la creación del Consejo y trazar una política pública frente a la crisis alimentaria mundial.

Puerto Rico produce menos del 15% de los alimentos que el país consume localmente y depende vulnerablemente de las importaciones. Tiene destinadas unas 557,528 cuerdas de terreno agrícola que están siendo subutilizadas. Entre los años 2002 a 2007, más de 100 mil cuerdas de terreno agrícola se echaron a perder, a consecuencia del desparramamiento urbano.

En agosto pasado, y ante el alto costo de los alimentos, principalmente de la canasta básica de los puertorriqueños, el secretario del Departamento de Agricultura, Ramón González Beiró, anunció una nueva estrategia donde los incentivos otorgados estarían directamente vinculados al aumento en la producción agrícola.

Conforme a la información brindada por el Colegio de Ciencias Agrícolas, en la década de 1980, en Puerto Rico se producía más de cuarenta por ciento (40%) de los alimentos que se consumían localmente y, en el 2012, apenas se produjo el quince por ciento (15%) del consumo local.

En 2015 ―según esta información del Colegio de Ciencias Agrícolas― Puerto Rico importó casi todos los cereales, grasas y aceites, azúcar y legumbres. No obstante, en carnes, se produjo un diez por ciento (10%) y lo más producido localmente fueron los farináceos, leche, huevos y frutas.

El veto del gobernador Pierluisi a esta pieza legislativa pudiera considerarse uno de sus más grandes desaciertos hasta ahora de su actual administración gubernativa. INS

rsm/