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Por Rafael Santiago Medina
San Juan, 29 dic (INS).- Poder identificar entre los síndromes del colonialismo en Puerto Rico su tipo de economía financiera y especulativa por diseño dirigida al consumo de las importaciones provenientes del mercado estadounidense, al cual la economía puertorriqueña está cautiva por su situación colonial, es un diagnóstico fundamental para corregir males económicos estructurales de este país caribeño. En asuntos como éste es que debe centrarse el independentismo boricua.
Puerto Rico que no puede hacer negociaciones comerciales con otros países y todo lo que consume del exterior es a través de Estados Unidos, tuvo una economía real, pero se ha ido transformando en una economía financiera y especulativa, dirigida exclusivamente al consumo de importaciones estadounidenses, y no a su capacidad y desarrollo productivo de bienes. La posesión colonial estadounidense en el Caribe importa alrededor del 85% o más de lo que su gente consume.
Si bien la economía financiera y la economía real de producción de bienes y servicios esenciales están ligadas, su ligazón es en ramos diferentes. La economía real es aquella que mediante diversos procesos produce bienes y servicios tangibles para la sociedad. Genera empleos directos e indirectos que benefician a toda una sociedad. Las fábricas, distribuidoras y todo tipo de empresarismo productivo de bienes son en conjunto el basamento de la economía real.
Por su parte, la economía financiera se basa en todo el mercado financiero y de capitales. Comprende los títulos comerciales, bonos de deuda, inversiones y cualquier otro activo intangible. Este ramo se caracteriza por ser muy volátil, ya que en muchas ocasiones no está fundamentado en un análisis técnico. Se basa en la percepción y sentimiento del mercado hacia el futuro. Esto hace posible que el precio de una acción o una materia prima suba de manera inesperada de un día para otro.
Así, a modo de ejemplo, si una empresa produce un par de zapatos, este par de zapatos es un bien concreto que se asigna al sector real de la economía de mercado. Si los zapatos se venden en una tienda, la venta de los zapatos también forma parte de la economía real. Se habla del sector de la economía integrada por los componentes productivos de bienes concretos y la concomitante actividad económica para su comercialización.
Por otro lado, cuando un comerciante de acciones compra o vende acciones de una empresa de calzado en la bolsa de valores, está en la economía financiera. Esa actividad económica se basa en la creencia de que el valor de las acciones se comportará de cierta manera. De ahí las cotizaciones en la bolsa de valores.
Como bien queda evidenciado en la realidad, algunas actividades no pueden diferenciarse claramente de la economía real o financiera. Los servicios financieros son prestados por bancos, compañías de seguros e inversores en los mercados financieros o bolsas de valores. Los bienes reales son producidos por empresas o artesanos, o comprados y vendidos por empresarios. Aunque hay una gran diferencia entre economía real y financiera, ambas están muy entrelazadas. Para producir los bienes y servicios tangibles se necesita inversiones de capital que permitirá financiar todo el proceso que requieren las empresas.
Sin embargo, la economía real se afianza sobre activos físicos y tangibles que se pueden medir y poseen su propio valor subyacente. La estabilidad es su principal característica. Mientras más sólida sea la economía real mayor será la confianza de los ciudadanos en su nación y en las políticas aplicadas.
Todo país que base su crecimiento en la economía real ―observan la mayoría de los economistas― estará mucho más protegido ante una eventual crisis, teniendo la capacidad de recuperarse más rápido, contrario a lo que está sucediendo en Puerto Rico.
No obstante, esto no quiere decir que se subestime la importancia de la economía financiera. Es importante el financiamiento que otorga a todos los sectores productivos de la nación. Sin embargo, lo financiero en una economía no debe sobreponerse a la economía real de bienes tangibles para dar paso a la preponderancia de actividades financieras especulativas.
El problema estriba en que la economía actual de Puerto Rico está centrada significativamente en el aspecto financiero relacionado al consumo de bienes y servicios mayoritariamente importados desde la nación estadounidense para que el sistema colonial puertorriqueño sea rentable para Estados Unidos.
Aunque en un territorio no incorporado que no paga impuestos federales, el fisco de Estados Unidos no se beneficia, la colonia de Puerto Rico está diseñada para beneficiar los intereses económicos de las empresas y el comercio estadounidenses. En resumen, en beneficio de la economía de Estados Unidos.
Casi 45 mil millones de dólares fue el monto de las ventas al detal en Puerto Rico durante los dos últimos años, aun bajo la crisis causada por la pandemia del Covid-19, en un país que importa el 85% o más de los alimentos y otros productos que consume, para darse cuenta lo económicamente rentable que es el territorio isleño para Estados Unidos.
Esta rentabilidad financiera de Puerto Rico explica por qué hay tanta resistencia en Washington por cambiar el estatus político de Puerto Rico. Si no lo fuera, hace tiempo Estados Unidos hubiera salido de esta posesión colonial suya de ultramar en el Caribe, no siendo ya un bastión militar estadounidense, principalmente naval, como lo fue.
Ha sido más gananciosa la rentabilidad de la colonia para Estados Unidos en ventas al por mayor y al detal, lo mismo que en ganancias de capital invertido en Puerto Rico, que la cuantía de transferencias de fondos federales que ha hecho Washington hasta el momento.
Fundamentada la economía de Puerto Rico en la importación y no en la producción propia de bienes y servicios, es deducible que la imposición colonial de las leyes de cabotaje sean la razón de que los precios de los artículos de supermercados superen en territorio puertorriqueño a los de la gran mayoría de 294 localidades en Estados Unidos, según estiman las estadísticas para el Índice de Costo de Vida de Puerto Rico correspondiente al tercer trimestre (julio a septiembre) del año 2021. INS
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