P. Rico-El porqué de nuestro fracaso ante la pandemia  (Análisis)

Por Rafael Santiago Medina 

San Juan, 23 dic (INS).- Ni el público, como tampoco los gobiernos occidentales, encabezados por el estadounidense, han estado dispuestos a adoptar la estrategia sanitaria asiática contra la pandemia; una estrategia de estricta rigurosidad y férrea disciplina.

La tendencia en los países occidentales es a intentar resolver todos los problemas rápidamente, asumiendo muy pocos costes. Esta ilusión no ha funcionado contra la Covid-19.

¿Por qué no impusieron desde el principio en Estados Unidos, Latinoamérica y Europa medidas estrictas cuyo objetivo no fuera simplemente “aplanar la curva” hasta intentar erradicar el virus, con la disciplina que lo ha hecho Asia, particularmente China, donde únicamente ha habido brotes esporádicos? Pekín cerró su mercado más grande, que abastecía a millones de personas, después de detectar varios casos de covid-19 provenientes de allí.

Dice el economista Branko Milanovic, autor de su más reciente libro “Capitalism, alone” (Harvard University Press-2019) que todas las indicaciones inducen a pensar que esta impaciencia occidental se relaciona con la ideología que ha convertido el éxito económico, obtenible rápidamente con tesón (make a quick buck). Los países occidentales ansían un éxito rápido y ¿qué hay más rápido que hacerse rico a través de la manipulación financiera?

Agrega también Milanovic, que puede detectarse impaciencia detrás de los enormes niveles de deuda privada, especialmente en Estados Unidos. Observa él que un hogar con ingresos medios en Tailandia y China ahorra casi un tercio de ellos. Un hogar con unos ingresos medios mucho mayores en Estados Unidos tiene a menudo ahorros negativos. Y concluye: “Esto es algo inesperado desde un punto de vista económico: se supone que los hogares más ricos tienen que ahorrar más (como porcentaje de sus ingresos y por supuesto en cantidades absolutas)”.

En su análisis, el destacado economista sostiene que no ahorrar es otra manera de decir que el consumo de hoy es preferible al de mañana. Por lo que puede deducirse de lo planteado por Milanovic que en los países occidentales predomina el presentismo, el inmediatismo, no pensar en el futuro, sino vivir el presente, A esto los economistas lo denominan como “preferencia de tiempo puro”, una preferencia por el ahora en sí mismo ante lo que se concibe como la incertidumbre del futuro. La preferencia por “el tiempo puro” no es otra cosa que impaciencia.

Traducido esto a las políticas sanitarias para atajar la pandemia, la alternativa de Estados
Unidos, Latinoamérica y Europa ha sido la de optar por soluciones rápidas e inmediatas. Ha faltado la paciencia que requiere el rigor de la constancia. Y el resultado ha sido estas regresiones a los que ya parecen constantes repuntes de los contagios con nuevas variantes del Covid-19.

Quizás en todo esto está presente lo que Kafka escribía en sus diarios en cuanto a que hay dos vicios cardinales de los que se derivan los demás vicios: la impaciencia y la pereza. Ante ello, Kafka concluía que como la pereza proviene de la impaciencia, únicamente hay un vicio: la impaciencia. Y ese es un mal muy presente entre nosotros en Occidente. INS

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