R. Dominicana-Jefe de la DEA y agentes especiales llegaron a coordinar con las autoridades nacionales acciones contra el  narcotráfico y el lavado de activos

El jefe regional de la DEA, John F. Kanig, conversa con el vicealmirante José Cabrera Ulloa, mientras observan, agentes especiales del organismo. Inter News Service

Santo Domingo, 15 sep (INS).-El jefe regional del Caribe de la Administración de Control de Drogas de Estados Unidos (DEA, siglas en inglés), John F. Kanig, y otros agentes especiales se encuentran en la República Dominicana para coordinar reuniones con los organismos nacionales que la semana pasada pusieron en marcha la Operación Falcón, que culminó con la detención de más de 27 personas vinculadas a la desarticulada red del narcotráfico, el lavado de activos y otros delitos conexos.

En la mañana de este miércoles, los representantes del organismo internacional sostuvieron un encuentro con el presidente de la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD), vicealmirante José Cabrera Ulloa, para tratar sobre cooperación extranjera y del reforzamiento de las acciones contra esa práctica.

Según una comunicación oficial, se tiene previsto que en su estadía en el país, la comitiva se reúna con los representantes de la Procuraduría General de la República (PGR).

La visita de estas autoridades se da un día después de que se lanzara una advertencia hecha por parte del Ministerio Público y la DCND a Erick Randhiel Mosquea Polanco, sus hermanos Harington José Mosquea Núñez y Claritza Andreina Mosquea Eduardo para que se entreguen a las autoridades tras ser declarados prófugos.

Erick Randhiel Mosquea Polanco es señalado como el cabecilla de la organización criminal junto al nombrado Juan José de la Cruz Morales, quien (este último) accedió a ser extraditado hacia los Estados Unidos donde es requerido por cargos de narcotráfico y otros delitos. La orden de repatriación del criollo ya fue firmada por el presidente Luis Abinader  mediante el decreto número 561-21.

También persiguen a Alberto De Jesús Polanco (El Prieto o Many), socio y testaferro del narcotraficante, como parte de la Operación Falcón, una amplia investigación contra el lavado de activos en la que República Dominicana.

Las autoridades advirtieron ayer que cualquier persona que obstaculice o prevenga la aprehensión de los implicados en el caso  se exponen a ser procesados por complicidad en Estados Unidos por ayudar a un imputado a evadir la justicia o por incitarlo a hacerlo.

Indicaron que el sistema de justicia de la nación norteamericana establece que un cargo criminal de “complicidad” se puede presentar contra cualquier persona que ayude en la comisión de un delito o que, al conocerlo, antes o después de su consumación, ayude al imputado mediante asesoramiento, acciones o apoyo financiero.

Dependiendo del grado de participación, dice la comunicación, la imputación puede elevarse al nivel de conspiración y en ese contexto, explicaron que “para ser procesado por complicidad el sistema judicial estadounidense solo requiere acreditar que el acusado sabía que una persona había cometido un delito o que ayudó con su consumación o en el diseño específico de obstaculizar o prevenir la aprehensión, el juicio o el castigo de una persona perseguida o bajo procesamiento”.

Las investigaciones del Ministerio Público arrojaron que Erick Randhiel Mosquea Polanco se llegó a convertir en “un poderoso y temido narcotraficante internacional” que movilizó miles de kilos de cocaína desde Colombia, a través de República Dominicana, hacia Puerto Rico, Estados Unidos y Europa.

A la desencajada red se le atribuye traficar 2,500 kilos de cocaína hacia Puerto Rico, Estados Unidos y Europa. La operación  operaba desde el año 2012, lo que llevó a este grupo a acumular inversiones de dinero ilícito por al menos RD$10,000 millones (más de 176 millones de dólares).

Hasta el momento, a la red de lavado de activos le ocuparon unos 130 vehículos, incluyendo tres blindados, así como una embarcación pequeña y una grande. También, alrededor de 4.9 millones de dólares en efectivo y más de 22.7 millones de pesos dominicanos (400, 352 dólares).

También, costosos relojes de lujo, decenas de inmuebles, siete estaciones de combustibles y varias fincas, incluyendo una de banano. INS

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