P. Rico-Coronavirus/La dictadura sanitaria pro vacunación contra Covid-19 en el país en aras del bienestar común (análisis)

Por Rafael Santiago Medina

San Juan, 8 ago (INS).- El secretario del Departamento de Salud, Carlos Mellado, esgrimió el sábado una amenaza contra los dueños de restaurantes para requerir la obligatoriedad de la vacuna contra Covid-19 a sus empleados y comensales.

Les hizo la advertencia de que el gobernador Pedro R. Pierluisi podría obligarlos a imponer esa medida si no la acogen voluntariamente.

El presidente de la Asociación de Restaurantes de Puerto Rico (Asore), José Vázquez, indica que aunque apoyan la recomendación del primer ejecutivo no se plantean pedir la tarjeta de vacuna para que los comensales entren a degustar en los diversos establecimientos de comida en Puerto Rico, porque deben mirar la situación de cada establecimiento.

Hoy -domingo- la amenaza de Mellado es contra médicos y profesionales de la salud que aconsejan a sus pacientes no vacunarse contra Covid-19.

Mañana no se sabe -a adivinar- contra quiénes irá dirigida la amenaza del doctor Mellado.

La dictadura del régimen sanitario a favor de la vacunación compulsoria contra Covid-19 se oficializa en Puerto Rico y no se permite la disensión, con el concurso de cierta homogeneidad de la política editorial en los medios noticiosos.

Con la pandemia se ha desafiado lo que ha sido la ideología neoliberal predominante, que ha definido la política oficial de los gobiernos y se le confiere el poder al Estado de imponer la suerte de todo en la sociedad de manera regimentada y homogénea.

Pese a que a que en Puerto Rico ya hay más de un millón 900 mil vacunados que han completado el ciclo de dos inoculaciones, la tasa de positividad alcanza en estos momentos el 11.5% y va en aumento el número de personas hospitalizadas a causa del virus.

Para el doctor Mellado, la democracia murió junto a las más de 2,600 personas fallecidas hasta el momento por Covid-19, y se anatemiza a todo aquel que difiera de la obligatoriedad a la vacuna que va imponiéndose oficialmente.

Las autoridades del país quieren obligar no convencer, persuadir mediante campañas sanitarias y educativas a la gente en cuanto a la opción de la vacunación, concebida oficialmente como la solución infalible y definitiva para detener la pandemia de Covid-19. INS

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