P. Rico-Pese a acelerada erosión en las costas de la isla continúa aprobación de proyectos de construcción en zonas marítimo-terrestres

Por Rafael Santiago Medina

San Juan, 1 ago (INS).- Cinco municipios de diversas zonas de Puerto Rico tuvieron pérdidas de sedimento costero de entre 40 y 50 metros por problemas de erosión causado por el huracán María, en septiembre de 2017, según revela un estudio reciente de la oceanógrafa geológica Maritza Barreto Orta, profesora de la Escuela Graduada de Planificación de la Universidad de Puerto Rico.

Mayagüez, Isabela, Dorado, Hatillo y Yabucoa son los municipios que han sufrido estas pérdidas de sedimento costero, según el informe “Hallazgos del estado de las playas de Puerto Rico post-huracán María”, de la también directora del Instituto de Investigación y Planificación Costera de Puerto Rico.

Sin embargo, de los 44 municipios costeros de Puerto Rico, hay zonas costeras de muchos más ayuntamientos que sufren graves problemas de erosión a consecuencia del cambio climático, el calentamiento global y el alza en el nivel de mares y océanos.

Algunas de las zonas costeras en Puerto Rico que más se han afectado por la erosión son Ocean Park, en San Juan; Parcelas Suárez y Villa Cristiana, en Loíza; Fortuna, en Luquillo, Punta Salinas, en Toa Baja; La Boca, en Barceloneta, Barrio Obrero, en Arecibo, así como otras en Rincón y Humacao.

Un estudio elaborado en 2017 por la Red de Playas de Puerto Rico y el Caribe -adscrita a esa misma entidad académica de la UPR- utilizó fotos aéreas históricas, imágenes de satélites y la herramienta de sistemas de información geográfica para crear la Línea de Costa Digital y, así, estudiar los cambios. Es el primer estudio de esta magnitud.

El resultado de la comparativa arrojó que el 60% del total analizado presenta una tasa de pérdida de playa de -0.11 a -2.0 metros por año.

A pesar del problema, las autoridades gubernamentales concernientes en Puerto Rico, entre ellas el Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA) siguen permitiendo y otorgando permisos de construcción en zonas marítimo-terrestres.

No únicamente se pone en riesgo la vida y propiedad de personas que residen o tienen negocios frecuentados por sus clientes, sino que atentan contra la fauna marina que anida en zonas costeras, tales como tinglares y careyes.

El caso del condominio Sol y Playa, en Rincón, no es único en Puerto Rico. Así como éste, existen otras muchas construcciones costeras y en áreas de playa que invaden y privatizan zonas marítimo-terrestres con el aval y consentimiento del DRNA y de la Oficina de Gerencia de Permisos (OGPe), en violación al espíritu de leyes protectoras del medioambiente o a contrapelo de ellas.

La principal causa de la subida del nivel del mar es “la dilatación térmica del agua oceánica, principalmente superficial, aunque en los últimos años están cobrando cada vez más importancia los aportes de agua dulce del deshielo de Groenlandia y también de la Antártida Occidental”, explica José Miguel Viñas, físico, meteorólogo de Meteored, consultor de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) y divulgador científico.

Lo más preocupante, subraya Jorge Olcina, director del Laboratorio de Climatología de la Universidad de Alicante y presidente de la Asociación Española de Geógrafos, sería el derretimiento de la Antártida, “por su gran masa de hielo”, aunque hay diferentes opiniones.

La subida del nivel del mar es un fenómeno que se ha observado desde comienzos del siglo XX. El ascenso de 1900 a 2016 ha sido de entre 16 y 21 centímetros. Desde 1993 se observó una aceleración a un promedio entre 2.6 y 2.9 milímetros, más o menos 0.4 milímetros por año.

Esta aceleración se debe mayormente al calentamiento global de origen antropogénico, que está provocando una expansión térmica de las aguas oceánicas y un deshielo en las zonas polares y glaciares.

Si esta aceleración se mantiene constante, el aumento del nivel del mar para 2100 podría ser de más de 26 centímetros, en caso de producirse pronto un recorte en las emisiones de gases de efecto invernadero, o de más de 52 centímetros, si dichos recortes no tienen lugar. INS

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