P. Rico-Macheteros exaltan vigencia de Filiberto Ojeda Ríos a 15 años de su asesinato en Hormigueros

Su camarada Orlando González Claudio habla ante la tumba de Filiberto Ojeda Ríos en un acto en torno a los 15 años de su muerte. Inter News Service/Víctor R. Birriel

San Juan, 5 oct (INS).- A 15 años del asesinato del revolucionario puertorriqueño Filiberto Ojeda Ríos su pensamiento permanece vigente, aseguró el clandestino Ejército Popular Boricua-Macheteros (EPB-Macheteros), del que fuera comandante y responsable general.

Con la muerte de Ojeda Ríos el 23 de septiembre de 2005, a los 72 años de edad, por agentes del Negociado Federal de Investigaciones (FBI), después de cercarlo en una residencia en el occidental municipio de Hormigueros, donde desplegaron cientos de agentes especiales, “el imperio intentó acabar con la lucha por la independencia de Puerto Rico, acallando su voz”, se indicó.

El EPB-Macheteros destacó que durante el último tercio del siglo XX y la primera década del XXI, el dirigente político-militar fue “el más elocuente y comprometido representante del reclamo y defensa del derecho inalienable de nuestro pueblo a su independencia y soberanía; el derecho a escoger el tipo de gobierno que nos convenga y que nos traiga libertad y justicia social y nos permita aportar y ser parte de nuestra visión de mundo”.

“En esta nueva década del siglo XXI la situación en Puerto Rico es cada vez peor, (debido a que) la ineptitud, indiferencia y corrupción de los administradores coloniales es inaguantable; como inaguantable es la falta de dignidad de funcionarios que permiten la humillación personal y colectiva que proviene de la fuente de poder imperial: Casa Blanca y el Congreso”, sostuvo la organización en una amplia declaración enviada a la agencia Inter News Service (INS).

El EPB-Macheteros aseguró que “inmediatamente pusimos en vigor los planes que por mucho tiempo se habían elaborado para evitar la destrucción de la organización”, por lo que se procedió, junto con dar aviso a la prensa, “a proteger información e identidades que de caer en manos enemigas hubiera causado daños irreparables”, según la declaración que llegó a la redacción de la agencia INS, aunque fue emitida con motivo del luctuoso suceso y del 152 aniversario de la proclamación de la primera República de Puerto Rico con el Grito de Lares, en 1868.

“Su asesinato continúa impune porque sus asesinos y sus cómplices no han sido juzgado aún, aunque el pueblo ha juzgado la acción del FBI, de (su jefe en San Juan Luis) Fraticelli, (del exjefe de la Policía José) Figueroa Sancha, (del entonces) gobernador Aníbal Acevedo Vilá y la de los otros chotas, como un asesinato alevoso que demostró las garras del águila, vestida de inocente avecilla democrática, mientras reprime a los que verdaderamente defienden la libertad, la justicia y la democracia real y verdadera”, expresó el EPB-Macheteros.

La organización político-militar consideró que “un resultado positivo de ese juicio del pueblo, es que el nombre de Filiberto Ojeda Ríos y el del Ejército Popular Boricua-Macheteros, ya no se susurran con miedo sino que se gritan. Ya se escucha la consigna famosa: Todo boricua Machetero, Toda boricua Machetera”.

Ante la realidad de que la policía estadounidense cerraba el cerco a Ojeda Ríos, la organización trató de convencerlo de abandonar el país por su seguridad física, a lo que se negó, porque estaba decidido a morir en Puerto Rico, luchando por la libertad de su patria.

“Así, fiel al valor y compromiso demostrado durante toda su vida, recibió a los asesinos como se merecían. Ante la emboscada cobarde, el Comandante combatió de frente y con valentía. Murió como vivió: luchando por la libertad”, ratificó el EPB-Macheteros, que criticó a los propulsores del reformismo en Puerto Rico.

Según la declaración, firmada por el “Comandante Guasábara”, desde algún en el corazón de la Patria, a nombre del Estado Mayor Nacional del Ejército Popular Boricua-Macheteros, “es también preocupante el regreso del reformismo organizado alrededor de figuras mesiánicas a cuyo alrededor se agrupan desde oportunistas hasta luchadores cansados de lo duro y prolongado de la lucha y otros, bienintencionados, que piensan que se puede cambiar sin transformar el sistema”.

Refirió que ya el Comandante Ojeda Ríos había advertido sobre los peligros del reformismo, así como de la crisis económica que nos arroparía en breve”, por lo que llamó a cuidarse de “los lobos disfrazados de ovejas y recordemos que esta situación que vivimos hoy, es el resultado del reformismo engañoso de aquel ‘mesías’ que se llamó Luis Muñoz Marín, cuyo pensamiento alguna gente parece querer revivir”.

De otro lado, un grupo de camaradas de Ojeda Ríos le rindió tributo en el cementerio de Naguabo, oriental municipio donde nació el 23 de abril de 1933 y donde descansan sus restos. INS

ndc

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