P. Rico-La sequía refuerza la necesidad de explorar la tecnología de desalinización del agua de mar

Por Rafael Santiago Medina

San Juan, 5 jul (INS).- La sequía y el racionamiento del suplido de agua potable debido a los bajos niveles de los embalses, especialmente en la planta Sergio Cuevas de Trujillo Alto, refuerza en la mente de muchos en Puerto Rico la necesidad de explorar una solución al problema de las temporadas casi todos los años de sequía recurrente.

Puerto Rico y sus dos islas municipios al Este del país tienen el arrullo de las olas, tanto del Océano Atlántico como del Mar Caribe al sur de la isla grande, como recordatorio del recurso inagotable de agua que tenemos y no únicamente para diversión en los balnearios. También pudiera serlo como agua potable si el gobierno se moviera a explorar con ahínco la tecnología de la desalinización.

El agua del mar ocupa más del 70% de la superficie de la tierra, de toda el agua que hay en el planeta. El 97% es agua salada, sin embargo, solo el 1% es apta para el consumo humano. Gran parte del otro dos por ciento restante es hielo polar.

Durante decenios se ha tratado de encontrar una solución eficaz y rentable que ayude a potabilizar el agua del mar. Para ello, los métodos de desalinización del agua de mar que se utilizan en la actualidad y algunas novedades pueden ser claves en el futuro, venciendo el inconveniente de la alta necesidad de energización eléctrica para la desalinización del agua de mar.

Ese es un problema que los adelantos tecnológicos han ido venciendo. Así, pues, la desalinización del agua de mar para convertirla en agua bebible es una alternativa que se refuerza durante los períodos de sequía como el que Puerto Rico encara actualmente.

Los métodos más comunes hasta ahora son el de separar la sal del agua mediante un sistema de membranas y la desalinización por destilación o evaporación.

Por medio de la tecnología de membranas, el proceso utilizado es el de la osmosis inversa. Este es el sistema más utilizado en la actualidad. El proceso consiste en separar el agua invirtiendo el proceso de osmosis corriente ejerciendo una presión superior a la presión osmótica para separar la sal del agua.

Como parte del proceso de osmosis inversa se encuentra el sistema de nanofiltración. Este proceso de filtración física solo permite el paso de partículas inferiores a un nanómetro, por lo tanto la sal queda afuera en la microfiltración.

También existe la tecnología de desalinización por electrodiálisis. En este caso se aplica la electricidad a través de una membrana que establece una barrera para el transporte de iones y cationes.

Este sistema permitiría la aplicación de energías renovables como la energía solar, con lo cual es una solución que se estudia cara al futuro y para eso pudiera muy bien el Colegio de Ingeniería del Recinto Universitario de Mayagüez de la UPR jugar un papel importante en Puerto Rico.

La tecnología más rudimentaria es la de la destilación y/o evaporación del agua de mar, también conocida como desalinización térmica. Este proceso se efectúa mediante la evaporación y posterior condensación del agua, consiguiendo, así, separar la sal que queda como residuo aparte, que puede utilizarse, a su vez, comercialmente.

La destilación térmica es un método también de evaporación, pero se realiza en varias etapas, mediante las cuales la temperatura y la presión van descendiendo paulatinamente. Funciona por debajo de la presión atmosférica y necesita una bomba de vacío para extraer el agua potable resultante.

Paralelamente, está el método de congelación. Para este sistema se pulveriza el agua de mar a baja presión dentro de una cámara refrigerante. De esa manera se forman cristales de hielo sobre la sal que después se separan.

Otro método es de formación de hidratos y que se utiliza a gran escala, mediante el cual se consigue a través de la aplicación de hidrocarburos que cristalizan la sal y posteriormente se separan. Es una de los procesos más laborioso y costosos, junto con el de congelación.

No obstante, se están ingeniando métodos novedosos, como un chip desarrollado en la Universidad de Texas. Con este método se deja correr el agua por un pequeño canal y se le aplica una corriente eléctrica de tres vatios de forma continua. Con ello se consigue neutralizar los iones de cloruro de sodio y así poder convertirlo en agua potable apta para el consumo.

Otra tecnología que se experimenta por investigadores es el de grafeno, que además de ser un elemento utilizado para la fabricación de pantallas televisivas del futuro, también la Universidad de Manchester experimenta con él para filtrar y separar la sal del agua, ajustando los poros de filtración a una escala muy reducida, pudiendo filtrar cualquier impureza por pequeña que sea.

Además están los filtros de polímero, similar al utilizado en los pañales para bebés. Este tipo de filtros absorben el agua y, al expulsarla, retiene la mayor parte de la sal. Debido a que no separa el ciento por ciento, todavía necesita mejoras.

España es actualmente el quinto país a nivel mundial en número de plantas desalinizadoras, con un total de 900. El agua desalinizada en España se utiliza únicamente en riegos o limpiezas.

Teniendo en cuenta los estragos que está causando el cambio climático, la desalinización del agua de mar se perfila como una solución para proveer agua potable en el futuro a la población en prácticamente todo el mundo. Debiera ser una alternativa tecnológica que se explore también en Puerto Rico, máxime cuando se avanza tecnológicamente a pasos agigantados en el proceso de separar la sal del agua para su consumo.  INS

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