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Por Rafael Santiago Medina
San Juan, 2 de jul (INS),- Las elecciones como un mercado de lo que hoy son empresas políticas de la partidocracia ha sido un escenario, y lo sigue siendo ahora con gran intensidad, desbordando los límites de lo ético y lo moral, advierte un veterano político dominicano.
“Hablar de elecciones en medio de la actual crisis por el Covid-19 es hablar de mafias políticas que buscan adherirse al poder para robar y lograr con los transfuguismos, pactos y alianzas lograr condiciones de impunidad a la corrupción y eso es válido en el bloque oficialista y el bloque opositor”, según el análisis del dirigente político dominicano Narciso Isa Conde.
Agregó que “lograr impunidad si hay cambios o en el continuismo”.
A dos días y horas plazo de las elecciones en República Dominicana, lo que media verdaderamente, conforme al análisis de Isa Conde, es “la dictadura presidencial institucionalizada” en crisis que produce fuerzas centrífugas de descomposición del poder.
Ha habido un cambio de los parámetros que enmarcan el partidismo tradicional que debilita la partidocracia fraccionando el bipartidismo y hace del clientelismo político y el padrinazgo un apuesta de adhesión al poder mucho más tortuosa con sus divisiones en el liderazgo, observa el político izquierdista.
Puede percibirse a través de la lupa política del analista político dominicano, una igual fractura en la corriente política opositora del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), con un candidato con grandes probabilidades de triunfo en el Partido Revolucionario Moderno (PRM) como Luis Abinader, a quien encuestas han favorecido.
Todo este fraccionamiento del bipartidismo tradicional va a intensificar el mercado político de compra de votos para obtener un clientelismo de poder económico favorecedor a unos u otros y amasa una la corruptela de quien obtenga el triunfo en las elecciones del domingo, es lo que puntualiza el veterano dirigente político y puede percibirse en el ambiente preelectoral.
Las ambiciones de los candidatos electorales y sus sectores políticos pudieran tener el efecto de desbordar la institucionalidad electoral dominicana, que parece ir infectando cada vez más el clima político, creando, incluso, una crisis futura de gobernabilidad, dice el dirigente izquierdista en su análisis.
“El producto de toda esta situación es un sistema político fraccionado, multipolarizado, no para democratizarlo, porque todos los componentes son igualmente neoliberales y de una misma tendencia a la corrupción”, argumentó Isa Conde en sus comentarios durante su programa diario “Tiro al Blanco”. INS
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