P. Rico-Caricaturesco el panorama legislativo con el presupuesto del país (Análisis)

Por Rafael Santiago Medina

San Juan, 25 jun (INS).- La Cámara de Representantes, dominada por el Partido Nuevo Progresista (PNP), aprueba un presupuesto para el próximo año fiscal 2020-2021, que comienza el próximo 1 de julio, apegado a los criterios austeros de la Junta de Control Fiscal, organismo federal con el cual se ha identificado al precandidato a la gobernación Pedro Pierluisi, quien fue su asesor legal, mientras el Senado, también en control del PNP, consigna con su aprobación el presupuesto presentado con una cuantía mayor de 169 millones de dólares y distintas partidas de signos populistas, por la gobernadora Wanda Vázquez Garced.

Ciertamente, lo que comienza a observarse tras la llegada impuesta desde Washington de la Junta de Control Fiscal, que es el ente que tiene la última palabra sobre el presupuesto gubernamental aprobado en el país, es que el mensaje presupuestario, máxime en un año electoral como éste, se ha convertido en una jugarreta de campaña del mandatario de turno, principalmente cuando es candidato a la reelección, o a la primera elección, en el caso de la gobernadora Vázquez Garced.

No hay que olvidar que ella fue designada constitucionalmente al cargo con la renuncia de Ricardo Rosselló Nevares, no electa, por no haber nadie en aquella ocasión ocupando el puesto de Secretario de Estado, con el consentimiento de ambos cuerpos legislativos, y no interinamente, como era el caso de Pierluisi.

Analistas políticos resaltan que la presentación del presupuesto para un nuevo año fiscal ha perdido la importancia y relevancia de antes y lo que preocupa es que la gobernación carezca en estos momentos de un mínimo de soberanía para proponerlo con toda regla. Presupuesto que años antes era enviado con criterios rigurosos en términos fiscales a la Legislatura para ser evaluado en vistas públicas antes de aprobarse, algo que ha quedado relegado luego que esas prerrogativas legislativas y de la gobernación fueran usurpadas por la Ley Promesa.

Reservándose la Junta la última palabra sobre el presupuesto, hasta las elecciones generales en Puerto Rico se tornan caricaturescas a la vista de muchos, porque si el mandatario o mandataria en La Fortaleza y los legisladores electos se reducen a meros administradores sin poderes decisionales fundamentales para un mínimo de soberanía política, entonces los comicios pierden sentido y propósito en nuestra democracia deficitaria de poderes soberanos.

Si bien era limitada y condicionada a subyugaciones coloniales la poca soberanía que poseía antes el gobierno de Puerto Rico, se observa por analistas políticos, hoy la situación con la crisis fiscal y la imposición imperial de la Junta de Control Fiscal es todavía peor. 

¿Será esa la razón de la caricatura que hemos visto en la Legislatura con el presupuesto? INS

rsm/ndc