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San Juan, 29 may (INS).- Con el propósito de delinear estrategias para cambiar y revolucionar la industria hípica puertorriqueña a corto y largo plazo ante los efectos de la pandemia del Covid-19, un nutrido grupo de dueños y criadores de caballo, junto a jinetes y entrenadores, anunciaron la creación del Comité de Reforma Hípica.
El anuncio lo hizo el presidente de la Asociación de Criadores de Caballos Purasangre de Puerto Rico y director del nuevo organismo, Eduardo Maldonado.
Señaló que la intención “es hacer una revisión detallada y completa de toda la industria para establecer una política pública que fomente una verdadera reforma, verdaderos cambios en la manera que se desarrolla este deporte en nuestra isla. Como estábamos antes del Covid-19 no podíamos continuar. El hipismo puertorriqueño tiene que evolucionar, que adoptarse a los nuevos tiempos. Esa es la misión del Comité”.
La nueva entidad es liderada por Maldonado, Luis Orraca, quien preside la Confederación Hípica de Puerto Rico, Ángel Molinari, presidente de la Asociación de Entrenadores de Caballo de Puerto Rico, Javier Santiago, quien representa a los jinetes, el licenciado Charles Cuprill, propietario de caballos, y Roberto Ortiz, presidente de la Puerto Rico Horseowners Asociation.
“Vamos a cambiar el hipismo, a modernizarlo. Todos estamos juntos en esta misión. Vamos a tocar todas las puertas, vamos a hacer alianzas con entidades privadas que quieran invertir en esta actividad. También buscaremos mejores condiciones por parte del gobierno y estaremos delineando un plan para atraer nuevos aficionados mediante noveles plataformas de impacto social”, añadió Maldonado.
El director del Comité adelantó que se reunirán la próxima semana para comenzar a crear subcomités de trabajo, incluyendo los de revisión de leyes y reglamentos, condiciones laborales, alianzas privadas, política pública y mercadeo.
La industria hípica ha sufrido por décadas, incluyendo una dramática reducción en el número de caballos de carreras disponibles. Debido a esta reducción, la cantidad de caballos había mermado significativamente; de 740 activos registrados en el Hipódromo Camarero en 1999, a 220 para el 2017 (más de un 60 por ciento menos).
Junto a esta reducción se ha experimentado una baja sustancial en las apuestas, que es su mayor fuente de ingresos. Como ejemplo de esto, en 1999 las apuestas eran de 245 millones de dólares, mientras que en 2017 el monto total fue de 77 millones. INS
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