P. Rico-La razón del desabastecimiento de gasolina en Venezuela

Por Rafael Santiago Medina

San Juan, 24 may (INS).- El desabastecimiento de gasolina en un país productor de petróleo como Venezuela resulta inexplicable para mucha gente.

Irán ha enviado 1.5 millones de barriles de gasolina a un precio de 45.5 millones de dólares en un acto de solidaridad con Venezuela y el primer buque cisterna llegó anoche a aguas territoriales venezolanas, a pesar de la amenaza del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de no permitirle el paso a los navíos iraníes por aguas del Caribe que Estados Unidos considera su traspatio.

Atribuido el desabastecimiento de gasolina a lo que las autoridades de Venezuela consideran el bloqueo económico impuesto por Estados Unidos en su contra, las grandes refinerías de Amuay, Cardón, El Palito y Puerto La Cruz sufren graves problemas de mantenimiento.

Ha habido una disminución de la producción de crudos livianos y medianos en el país, así como una carencia de aditivos para combustibles, debido a las sanciones económicas impuestas desde 2017 por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos sobre Pdvsa, la empresa petrolera estatal venezolana.

El sector energético de Venezuela se ha paralizado debido a su incapacidad para comprar equipos sofisticados para las refinerías del país. Tales equipos son necesarios para procesar crudo ultrapesado extraído en Venezuela.

La faja petrolífera del Orinoco, de donde se extrae el petróleo venezolano, consiste básicamente en crudo extrapesado, es decir, de crudo de menos de 10° API (en otras palabras, más pesado que el agua; 10° API es la gravedad del agua).

Este tipo de crudo, si bien fluye en las condiciones naturales del yacimiento, cuando está en la superficie, a la temperatura ambiental y a la presión atmosférica y no a las presiones del subsuelo, se vuelve pastoso como un bitumen.

El petróleo convencional se mantiene líquido, tanto dentro del yacimiento como en la superficie. De allí que el crudo extrapesado tiene un problema de transporte, para lo cual, tradicionalmente, se han aplicado dos alternativas para solucionar el problema.

Primero, se puede calentar para mantenerlo en estado líquido para su transporte, sea por oleoducto o por barco. De hecho, es lo que se hace corrientemente con los crudos pesados y extrapesados destinados a la producción de asfalto. Segundo, se puede mezclar con un diluyente, sea un crudo más liviano o un derivado como, por ejemplo, la nafta o el kerosén.

Mezclando 0,618 barriles de crudo extrapesado, típicamente de 8,5° API, con 0,382 barriles de crudo “Mesa30” (un crudo de 30° API), se obtiene una mezcla, un blend, que se conoce con el nombre de “Merey16” (de 16° API). Y, desde luego, cambiando las proporciones, puede producirse también un hidrocarburo más liviano.

Luego, estas mezclas se venden en los mercados mundiales como cualquier petróleo pesado convencional. Sin embargo, dado el tamaño de la faja y la existencia relativamente limitada de crudos livianos en Venezuela, aunque sí grandes reservas del hidrocarburo, existen buenas razones para buscar otras soluciones al transporte del crudo extrapesado.

Es así como se ha desarrollado una tecnología que consiste en mezclar mecánicamente el crudo extrapesado con agua, añadiéndole un químico, un surfactante, para estabilizar la mezcla.

Sin este aditivo, el agua y el petróleo, desde luego, volverían a disociarse de inmediato. Si bien la idea básica era así de simple, ponerla en práctica no lo era; tomó años de investigación científica y técnica de todo un equipo de expertos.

Finalmente, en vez de llevar el crudo extrapesado desde la faja a unas refinerías de ultramar, también había que considerar la opción de construir unas refinerías o, cuanto menos, unas plantas mejoradoras, bien ubicadas dentro del territorio nacional. Luego, el crudo mejorado se comercializaría como un crudo convencional. De hecho, es lo que se ha venido haciendo con la construcción de cuatro plantas mejoradoras en la faja.

Es así como el crudo extrapesado sólo tiene que transportarse por oleoducto y por distancias relativamente cortas. Por lo tanto, ahora es posible utilizar un diluyente para el transporte del crudo extrapesado por oleoducto, como en el caso de las mezclas señaladas más arriba, pero recuperándolo en las plantas de procesamiento para su reciclaje al campo de producción.

Entre las dos alternativas para el transporte del crudo extrapesado, de mezclarlo con agua, por una parte, o con un diluyente, es esta última opción la económicamente superior y más eficiente y la utilizada en todos los proyectos de la faja petrolífera venezolana.

Empero, el diluyente químico, así como las piezas de las plantas de mejoramiento al petróleo extrapesado hay que importarlas y es en ese punto que entra en juego el bloqueo económico de Estados Unidos causante del desabastecimiento de gasolina en Venezuela, por considerar al gobierno bolivariano venezolano enemigo político y una amenaza para la región.

Ese petróleo más licuado es el que se usa para la elaboración de la gasolina y el diesel en las plantas petroquímicas, que también requieren refacciones especializadas de esa industria.  INS

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