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Por Rafael Santiago Medina
San Juan, 20 may (INS).- Las empresas farmacéuticas Inovio y Pfizer han emprendido una carrera por lograr la primera vacuna contra el Covid-19 y ya han comenzado las primeras pruebas en candidatos para determinar si las vacunas experimentales son seguras.
Investigadores de la Universidad de Oxford en Gran Bretaña auguran que podrían tener una vacuna lista para su uso de emergencia tan pronto como septiembre de este año y Moderna Therapeutics en Estados Unidos ha anunciado esta semana resultados alentadores de una prueba de seguridad de su vacuna en ocho voluntarios.
En los laboratorios de todo el mundo, empero, hay todavía un cauteloso optimismo de que una vacuna o tal vez más de una estará lista en algún momento del próximo año.
Con muchos países ansiosos por flexibilizar y hasta levantar las restricciones y reabrir sus economías sin importar el riesgo de nuevos brotes, la carrera por producir una vacuna se ha hecho urgente.
Los científicos están explorando unos cuatro enfoques para crear una vacuna. La urgencia es tan grande que están combinando fases de pruebas y acortando un proceso en un término corto que generalmente conlleva años de investigación y trabajo.
Lo que entendidos en la materia aseguran en Estados Unidos es que si los científicos desarrollaran una vacuna que sea segura y efectiva, los obstáculos permanecerían. Con tantas personas vulnerables al virus, los funcionarios tendrán que descubrir cómo acelerar la producción en masa de vacunas.
No obstante, los signos de progreso continúan y casos esperanzadores como el anunciado esta semana de que una vacuna prototipo había protegido a monos del virus siguen animando a la continuación de las investigaciones u pruebas experimentales. INS
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