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Por Rafael Santiago Medina
San Juan, 3 may (INS).- La pandemia del SARS-CoV-2 ha trastocado al mundo y el mundo busca a tientas en la oscuridad del desconocimiento acerca de este nuevo virus cómo recomponer paulatinamente lo trastocado y volver a una normalidad que se anticipa no será la misma de antes.
Los contrastes de los estragos de virus son chocantes. Ha matado a muchos en Irán, teniéndose en ese país que hacer enterramientos masivos, pero en otro país aledaño a él, como Irak, el recuento de cadáveres por el Covid-19 no llega a 100.
Cercano a nosotros en el Caribe, República Dominicana reporta casi siete mil casos positivos al virus, pero en Puerto Rico y en Haití todavía es inferior a un centenar la cantidad de decesos.
Sin todavía suficientes conocimientos científicos sobre el Covid-19, lo que el virus denota es un comportamiento caprichoso. Ciudades como Nueva York, París y Londres han sido devastadas por la pandemia, en tanto que otras como Bangkok, Bagdad, Nueva Delhi y Lagos han tenido una propagación baja de contagios.
La interrogante es por qué el Covid-19 ha devastado algunas ciudades del mundo, pero ha dejado a otras grandes ciudades, donde se esperaría una propagación del contagio también devastador, casi inalteradas. Eso es un enigma para muchos científicos. Hay muchas especulaciones, pero no hay una teoría concreta y rotundamente convincente cómo es que etnias y países responden a virus.
Hay ya estudios que intentan explicar cómo la genética o condiciones preexistentes afectan la propagación del virus, debido a que es una manera de saber por dónde atajarlo.
Los médicos en Arabia Saudita están estudiando si las diferencias genéticas pueden ayudar a explicar los diferentes niveles de gravedad en los casos de Covid-19 entre los árabes sauditas. Entretanto, científicos en Brasil están investigando la relación entre la genética y las complicaciones de Covid-19.
Los equipos en varios países están estudiando si los medicamentos comunes para la hipertensión podrían empeorar la gravedad de la enfermedad y si una vacuna contra la tuberculosis en particular podría hacer lo contrario.
Para quienes consideran que el estricto control del distanciamiento físico o gregario que se imponga a la población por los gobiernos puede hacer la diferencia, los casos de Myanmar y Camboya desmienten esa hipótesis. Ambos países no tomaron las medidas de confinamiento domiciliario y distanciamiento gregario, pero han reportado pocos casos de Covid-19.
El tiempo habrá de ser el que aclare las interrogantes La gripe española que estalló en los Estados Unidos en 1918 pareció extinguirse durante el verano solo para regresar de manera más mortal en el otoño y una tercera ola al año siguiente. Finalmente llegó a lugares remotos, como las islas de Alaska y el Pacífico Sur, e infectó a un tercio de la población mundial. INS
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