Por Rafael Santiago Medina
San Juan, 22 mar (INS).-El distanciamiento social mediante la restricción gregaria dentro de los confines del hogar está sacando a flote el problema disfuncional y disociativo de la familia entre parejas conyugales o consensuales.
Al menos 14 casos de violencia doméstica están siendo investigados por la Policía y algunos llevados a los tribunales entre el jueves y la madrugada de hoy, lo que apunta a un problema familiar de intolerancia entre parejas matrimoniales o de relación consensual.
Casos como un intento por ahorcar a su pareja, maltrato psicológico, golpes con objetos en la cabeza de su esposa que cargaba a su hija de cinco meses de nacida, heridas abiertas resultantes de agresiones físicas, contusiones por agresiones a puños y amenazas de muerte figuran entre las querellas de violencia doméstica reportadas en los últimos días.
Lo que puede observarse es que mientras más contacto y acercamiento hay entre las parejas en el hogar, mayores son los casos de violencia doméstica. La intolerancia, las actitudes machistas, los celos infundados o no, la incomprensión mutua, la agresividad cada vez más creciente entre la gente de hoy en una sociedad en la que va desapareciendo la solidaridad humana y el compañerismo, haciendo inmanente la competitividad frente al otro, son males que se manifiestan y se hacen patentes en el interior del hogar.
Los hechos indican que, si no se pone coto a esta situación y no se atiende el problema con urgencia, la situación parece que irá empeorando, conforme se prolongue la necesidad de la cuarentena preventiva dentro de los hogares en las próximas semanas y quizás meses. INS
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