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Por Rafael Santiago Medina
San Juan, 14 mar (INS).- La suspensión de la jornada escolar durante los próximos 14 días calendario hasta el 30 de marzo, que se traduce en 10 días lectivos a causa del coronavirus, unido a la pérdida de días de clase en la escuela pública por razón de los terremotos recientes, crea un disloque en el sistema docente difícil de mitigar.
Sectores magisteriales y padres de estudiantes han instado al secretario de Educación, Eligio Hernández Pérez, a procurar un buen método de compensar esta pérdida de días lectivos en el sistema educativo público, de manera que los estudiantes no se vean afectados en el proceso de aprendizaje tan rezagado sistémico y estructuralmente en el país.
La interrupción de las clases en el sistema público de enseñanza anunciado como medida cautelar por la gobernadora Wanda Vázquez Garced, ante la confirmación de los primeros tres casos de positivo al Covid-19 en Puerto Rico, la cancelación de la entrada de cruceros a los puertos de la isla, tanto como la de los viajes del ferry de Puerto Rico a República Dominicana y medidas de cernimiento y cotejo por efectivos de la Guardia Nacional de las temperaturas corporales a los pasajeros que entren por los aeropuertos extreman las medidas para atajar la propagación del coronavirus a territorio boricua.
Muchas familias, principalmente aquellas cuyas madres solteras son la jefa y principal proveedora del hogar, confrontarán a partir del próximo lunes dificultades con el cuido de sus hijos en edad escolar mientras cumplen con la jornada laboral fuera de casa, si no hay abuelas y abuelos cercanos que se hagan cargo de los niños o adolescentes menores de edad.
El disloque no es únicamente en el sistema escolar público, sino en gran parte de las familias que ahora tendrán que encontrar quién cuide de los menores en edad escolar durante este próximo período de suspensión de las clases durante los próximos diez días lectivos hasta el 30 de marzo. INS
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