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Santo Domingo, 29 feb (INS).- La Fundación Internacional para Sistemas Electorales (IFES, siglas en inglés) desistió de participar en la auditoría a los equipos del voto automatizado utilizados en las fallidas elecciones municipales del pasado 16 de febrero.
La información la ofreció el viernes Dong Nguyen, representante de la entidad, quien expresó que “existen otras organizaciones con gran profesionalismo” para desarrollar esa tarea.
Indicó que esa fundación está aquí para proponerle a la Junta Central Electoral (JCE), de ser necesario, “apoyarlos en tres áreas: la organización del proceso electoral, facilitar la comunicación y ayudar a la transmisión rápida de los resultados”.
Hasta el momento, la Organización de Estados Americanos (OEA) ha informado que iniciará la próxima semana una auditoria “completa y vinculante en torno a sus resultados” al voto electrónico, el cual no cargó todas las boletas electorales electrónicas en los suspendidos comicios que se reanudarán el 15 de marzo.
Además de la OEA, participará en la investigación la Misión Técnica de la Unión Interamericana de Organismos Internacionales (Uniore), que ya ha dado inicio a la jornada desde la sede de la JCE para aclarar los hechos acontecidos en el pasado proceso.
El aborto de la moderna herramienta informática causó indignación en los diversos sectores de la sociedad dominicana, principalmente los partidos políticos de la oposición, las iglesias y movimientos cívicos quienes reclaman una indagación responsable y transparente.
Las elecciones podrían financiarse con el presupuesto que se tenía contemplado para una posible segunda vuelta electoral de los comicios de mayo próximo, según explicó el ministro de Hacienda, Donald Guerrero.
“Hay una asignación presupuestaria para las elecciones de este año que incluyen una reserva para el caso de que haya una segunda vuelta; entonces ese dinero se adelanta, y luego si fuera necesario, después del primer semestre del año, es decir después del 20 de junio, iríamos al Congreso con un Presupuesto reformulado para modificar en la medida que fuera necesario el Presupuesto del 2020 y reprogramar el gasto a partir de esa fecha”, dijo el funcionario al reiterar que a la Junta se le entregarán todos los recursos que necesiten.
A partir del colapso de esa consulta popular, la República Dominicana entró en una crisis política con protestas pacíficas y muestras públicas de desconfianza hacia el tribunal electoral de parte de la población.
La Plaza de la Bandera, el patriótico monumento levantado en 1979 ubicado en la avenida Luperón con 27 de febrero de la capital dominicana, ha sido el escenario de protestas por más de una semana de parte de jóvenes indignados contra el Pleno de la Junta Central Electoral. Las manifestaciones se han extendido a otras provincias conjuntamente con el #cacerolazo, un método de repudio que consiste en hacer sonar cacerolas durante 10 minutos.
Sobre el caso también se pronunció el presidente Danilo Medina quien, en su discurso de rendición de cuentas, ayer, jueves, dijo que luego de ese percance el país vive una delicada situación, que a su entender “ha generado una justificada indignación en toda la sociedad”.
Manifestó que se identifica plenamente con el clamor de amplios sectores de la sociedad dominicana, “especialmente las nuevas generaciones, en el sentido de que se busque a fondo la verdad, toda la verdad, sin cortapisas ni restricciones. El pueblo dominicano demanda y merece una respuesta”.
“Ya lo hemos dicho: se trata de un hecho lamentable y bochornoso que nos avergüenza y que empaña la democracia dominicana. Un acontecimiento de esta envergadura no puede quedar sin explicar, o con explicaciones a medias o acomodaticias”, señaló. INS
mv