P. Rico-Alertan sobre enfermedad incomprendida con graves consecuencias

La doctora Alma Cruz, Adeline Pagán y el doctor Fernando Aponte, director medico de Abbvie. Inter News Service

San Juan, 27 feb (INS).- No es una condición muy conocida, ni siquiera para la clase médica, y tampoco está tan diseminada como para que la población tome medidas, sin embargo puede incapacitar y, por lo desagradable que es a la vista, causar trastornos sicológicos en quien la padece, conduciendo a la depresión y, en algunos casos, al suicidio.

La hidradenitis supurativa (HS) es una condición cuyo origen se desconoce y no tiene cura, mas el tratamiento, paliativo, debe ser tan inmediato como se llene ciertos requisitos para su diagnóstico, según la dermatóloga clínica Alma Cruz, especialista en esta condición.

Usualmente los síntomas comienzan en la adolescencia, pero no es hasta alrededor de los 20 años que suele diagnosticarse, expuso la doctora Cruz, fundadora del Programa de Clínicas Externas de HS del Recinto de Ciencias Medicas de la Universidad de Puerto Rico, al indicar que cuando se diagnostica alrededor de esa edad, la persona ya tiene varios años padeciéndola sin que hubiese sido detectada, usualmente por falta de información.

Durante un foro con periodistas auspiciado por el Overseas Press Club (OPC) y la farmacéutica Abbvie, Cruz narró varias anécdotas sobre la forma en que algunos médicos han reaccionado al enfrentar un paciente con HS.

“Váyase a su casa y báñese”, se le habría dicho a uno. A otro, por localizarse la lesión en el área del perineo, se le imputó tener una vida sexual desordenada.

La verdad, aseguró Cruz, es que aunque se desconoce las condiciones de posibilidad para que surja en algunas personas y no en otras, sí está demostrado que no es una condición relacionada con la higiene o la conducta sexual y ni siquiera por el calor.

Mientras más temprano el diagnóstico, agregó, más control se puede ejercer sobre la enfermedad progresiva que, en ciertos casos, puede limitar el movimiento físico del que la padece.

La HS se define como una condición crónica que se caracteriza por la aparición recurrente de nódulos, abscesos, fístulas o cicatrices en las áreas del cuerpo donde hay pliegues o glándulas sudoríparas apocrinas, como las axilas, las zonas submamarias (debajo de los senos) e intermamarias, la zona inguinal, genitales externos, los glúteos y la zona perianal.

Estas dos condiciones (lesiones y lugares), además de que se muestre recurrencia al menos tres veces en el transcurso de seis meses, son los criterios que se utilizan para diagnosticarla.

Estas lesiones son conocidas como “golondrinos” por su inusual aparición y posterior desaparición. Sin embargo, en gran cantidad de pacientes estas lesiones producen inflamaciones “descontroladas”, severas, dolorosas e incapacitantes. Cuando la inflamación de los nódulos progresa puede formar un absceso doloroso que deje salir material purulento. Solo es en estos casos cuando la dermatóloga recomienda cirugía, mientras, sus síntomas son atacados con antibióticos.

La enfermedad no solo es un reto para los planes de salud, pues algunos no la reconocen, sino también para el tratamiento, que debe ser a largo plazo, de hasta 12 semanas con antibióticos. Los planes médicos solo cubren siete días. Otros tratamientos, además de los antibióticos y la cirugía, son el uso de rayos láser, analgésicos, electrocirugía, drogas sistémicas, drenaje, antisépticos tópicos, entre otros.

La enfermedad fue documentada por primera vez en la década de 1830. Sin embargo, no fue sino hasta hace muy pocos años que se convirtió en objeto de muchos estudios que intentan descubrir su origen y tratamiento definitivos.

La doctora Alma Cruz indicó que esta condición ataca tres veces más a las hembras que a los varones. No obstante, la severidad es mayor en los varones.

Mientras la prevalencia es de .11% en Estados Unidos y de 1 a 4% en la población mundial, en Puerto Rico no hay estudios acabados al efecto. No obstante, según estudios preliminares que realiza, la cifra que actualmente maneja es que hasta un 60% de las personas entrevistadas asegura tener un familiar o conocido con algún historial de esta condición en Puerto Rico.

Adeline Pagán, directora ejecutiva de la organización de pacientes de hidradenitis supurativa en Puerto Rico, presente en la conferencia, solicitó del gobierno más apoyo en vista de que el plan de salud Vital tampoco la cubre, y más empatía de parte de la población, patronos y maestros.

Según la literatura médica, el deterioro de la calidad de vida en pacientes con HS supera a otras enfermedades dermatológicas, como la dermatitis atópica, la psoriasis leve, el acné o la alopecia. INS

ob/ndc

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