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Por Rafael Santiago Medina
San Juan, 17 feb (INS).- Aduciendo “una situación muy personal”, una excusa poco creíble para una figura de Estado ante una obligación ministerial de gran envergadura, la gobernadora Wanda Vázquez Garced, ahora autoproclamada republicana luego de haberse decantado demócrata en el pasado, incurrió en un desplante al líder de la mayoría demócrata en la Cámara de Representantes federal, Steny Hoyer, quien tuvo la deferencia de cursar una visita a La Fortaleza.
La gobernadora Wanda Vázquez está en la obligación inexcusable, pese al desplante, a dar curso a la solicitud de Hoyer de que el gobierno de Puerto Rico presente evidencia irrefutable de que el gobierno de Puerto Rico invierte los fondos federales asignados con sabiduría y prudencia.
Hoyer habló de la necesidad de evidenciar “honestidad y transparencia” para vencer la imposición de las trabas burocráticas del gobierno de Estados Unidos que ralentiza el desembolso de las asignaciones que terminan aprobándose en Washington para Puerto Rico.
Lo que Hoyer establece en su solicitud es que la demostración evidenciaria de “honestidad y transparencia” en la inversión prudente de los fondos federales transferidos a Puerto Rico es lo que reforzará la denuncia hecha por los demócratas en el Congreso de que los retrasos en los desembolsos del dinero asignado para atender la emergencia son trabas “injustificadas” de la administración republicana del presidente Trump.
Resulta necesario que la administración de la tránsfuga del bando demócrata, ahora dizque republicana gobernadora Vázquez Garced, demuestre que el gobierno de Puerto Rico ha utilizado efectivamente el dinero asignado mediante los fondos federales “a favor de la gente y para la reconstrucción y rehabilitación de Puerto Rico tras las dos tormentas y los terremotos”, tal como enfatiza Hoyer.
Representada por quien se convirtiera en el alter ego de la gobernadora Vázquez Garced en la reunión, el secretario de la Gobernación, Antonio Pabón, es ahora quien tiene la encomienda de hacerle saber a su jefa que lo solicitado por el líder cameral demócrata Hoyer es una prioridad de la presente administración de gobierno, si verdaderamente desea desmentir las imputaciones de corrupción e ineptitud del presidente Trump contra los gobernantes de Puerto Rico.
La delegación congresal de visita en Puerto Rico, integrada por la presidenta del Comité de Pequeñas Empresas, la puertorriqueña Nydia Velázquez, la presidenta del Comité de Investigaciones y Reforma Gubernamental, Carol Maloney, dispensó una visita a los pueblos del suroeste afectados por los sismos que la gente se expresó agradecida.
Hablando a nombre de los integrantes del grupo congresal visitante, Hoyer afirmó: “Estamos aquí porque nuestra gran preocupación es que el gobierno de los Estados Unidos luego de dos mayores huracanes y temblores que aún siguen, tiene apropiado más de 50 mil millones de dólares para responder a la crisis que existe en infraestructura, vivienda, alimentos, educación y transportación. Vinimos porque estamos frustrados, tenemos coraje, porque hemos tomado acción y no se ha implementado con la rapidez que se debiera”.
La pregunta que la gente se hace es: ¿por qué la gobernadora Vázquez Garced no supo aprovechar esta trascendente y significativa visita congresal a Puerto Rico?
La opinión que se ha dejado sentir al respecto es que si Vázquez Garced fuera una astuta gobernadora, aun cuando se ha decantado por el republicanismo conservador estadounidense, no debió haber hecho este desplante a los visitantes demócratas de la Cámara de Representantes federal, entre ellos el líder de la bancada mayoritaria en ese cuerpo legislativo.
Y si así lo hubiese entendido necesario, hacer las aclaraciones que estimara pertinentes para distanciarse de los ataques hechos por Hoyer al presidente republicano Trump, sin quitarle peso, desde luego, a sus legítimas observaciones sobre las trabas burocráticas interpuestas a Puerto Rico para el desembolso de las asignaciones de fondos federales.
O será que se siente incómoda departiendo con los congresistas estadounidenses por sus dificultades lingüísticas con el inglés conversacional y tener que mostrarse ante la opinión pública en la necesidad de recurrir a un intérprete para ello. INS
rsm/aa