P. Rico-Recuperación económica con el impacto de eventos catastróficos (Análisis)

Por Rafael Santiago Medina

San Juan, 30 ene (INS).- El estimado del impacto económico que ha tenido la actividad sísmica reciente, particularmente el terremoto de 6.7 grados en la escala Richter que hace el economista José Alameda ronda los 1,756 millones de dólares: un 1.7% del PIB nominal.

Alameda lo desglosa así: en infraestructura 560 millones de dólares y en productividad 1,196 millones. Las horas trabajadas perdidas se estiman en 22 millones de horas-personas; afectados 244,176 empleados privados a tiempo completo y 60,182 en el sector de gobierno.

De asumirse que el estimado del economista Alameda es correcto y sumada a esta cifra los 43,134 millones de dólares (43.1 millardos) que presupone en pérdidas económicas el huracán María, entonces estamos ante lo que significa en la práctica una hecatombe para Puerto Rico y su economía.

Precisa que se evalúen las consecuencias futuras que esto tiene en la estabilidad política y social en el futuro de Puerto Rico y de qué manera incidirá en la fuga migratoria de los boricuas en edad productiva a Estados Unidos.

La concomitancia de una incesante despoblación de Puerto Rico y su efecto demográfico con una población envejecida a un ritmo acelerado terminará debilitando la economía y empobreciendo a Puerto Rico de una manera muy difícil de revertir en el futuro.

Un reavivamiento de la economía sería lo único que revierta la fuga migratoria y se inicie una oleada de regreso a Puerto Rico de quienes se fueron por razones de los eventos catastróficos y debido, desde antes, a la crisis económica y fiscal.

Empero, el estimado del impacto económico del huracán María y ahora de los terremotos recientes en el suroeste hecho por el economista Alameda aleja esa posibilidad de manera más remota.

Como parte de toda la logística de recuperación de Puerto Rico, un plan de desarrollo económico mediante un nuevo paradigma de la economía del país se hace indispensable e improrrogable. Sin embargo, de lo único que se habla es de agilizar el desembolso de las ayudas federales de emergencia ya aprobadas y añadir asignaciones adicionales desde Washington.

Hay que salirse de las opciones fáciles de la dependencia de fondos y ayudas especiales federales y poner en funciones la capacidad creativa dentro de lo factible para que junto a la recuperación infraestructural del país surja una recuperación económica, pero con una característica esencial: que sea sostenible.

Para esa necesaria recuperación económica se requiere transformaciones profundas y voluntad política con visión de país. Ideas transformadoras en las que prime el pragmatismo y no mediatizadas por las ideologías tradicionales sobre la definición de la relación política de Puerto Rico con Estados Unidos. INS

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