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Por Rafael Santiago Medina
San Juan, 15 ene (INS).- Hay el cuestionamiento en cuanto a si la asignación de fondos federales es un ardid de entretenimiento porque se interpone la mediación para su desembolso un intrincado trámite burocrático inextricable para el gobierno puertorriqueño.
Es significativo que la Agencia Federal para el Manejo de Emergencia (FEMA) y el gobierno de Puerto Rico no hayan podido lograr un acuerdo sobre los estimados de costos para las obras permanentes de reconstrucción de infraestructura pública con fondos federales de la Sección 428 de la Ley Stafford, cuyo monto ronda los $40,000 millones. Con el desacuerdo se ha obstruido obras públicas de reconstrucción del sistema de energía eléctrica y de carreteras, entre otra infraestructura.
Están detenidos otros $20,500 millones de fondos CBDG-DR, suma de diferentes asignaciones congresales que se mantienen en detención burocrática federal que Puerto Rico no ha podido resolver.
De esos fondos, han estado disponibles desde mediados de febrero de 2019, unos $1,507 millones, pero el gobierno de Puerto Rico tan sólo ha utilizado $108 millones, atribuibles a su ineficiencia administrativa.
Ben Carson, secretario de HUD en Washington, dice haber autorizado el uso de $8,221 millones de fondos CDGB-DR desde febrero de 2019, pero todavía el gobierno puertorriqueño no ha podido desembolsar ni un solo centavo de esa partida fiscal, debido a las trabas burocráticas federales inextricables para Puerto Rico.
Llueven los fondos federales asignados en el papel, pero que Puerto Rico no ha visto. Otra partida de dinero asignada es por el monto de $8,285 millones también del programa CDBG-DR para proyectos de mitigación a la devastación del huracán María.
A pesar de que había una orden del Congreso estadounidense para que a más tardar del pasado 4 de septiembre se publicaran las guías sobre la utilización de esos fondos, HUD ha ignorado el mandato y seguimos sin obtener ni un centavo del dinero.
Como puede verse, todo son anuncios de asignaciones de fondos federales desde Washington, pero Puerto Rico ha recibido muy poco de ese dinero hasta ahora, cuando estamos inmersos en otra crisis por una inusual actividad sísmica en el suroeste isleño.
Es preciso descifrar si las trabas burocráticas para el desembolso de las asignaciones de los fondos federales para la reconstrucción de Puerto Rico son de una intrincación inextricable dispuesto adrede desde Washington para que todo se quede en el papel de una proclama de ayuda o existe una ineficiencia gubernamental en Puerto Rico de tal envergadura que impiden destrabar la burocracia federal. INS
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