P. Rico-Un grito de súplica desesperado a la Madre Naturaleza (opinión)

Por Rafael Santiago Medina

San Juan, 12 ene (INS).- Hay un clamor general que se agolpa en un grito de súplica desesperado en todo Puerto Rico: que se aquiete el subsuelo litoral de su región suroeste. El más reciente fuerte remezón telúrico de 5.9 grados en la escala Richter, en un enjambre de sismos continuos encrispa al más sereno de los seres humanos.

Puerto Rico entero está en ascuas. Nunca antes en la historia de Puerto Rico desde el siglo pasado al presente, se había atravesado por momentos tan angustiosos por causa de una secuela de fuertes movimientos telúricos que mantienen expectantes a todo un pueblo que teme a un sismo de mayor intensidad a los sentidos hasta ahora.

Y que, además, siente preocupación por no saber por cuánto tiempo más esta inestabilidad telúrica en el subsuelo habrá de prolongarse.

En tiempos cuando Puerto Rico carece de un confiable liderazgo político que le ofrezca seguridad a la gente de que habrá las respuestas gubernativas rápidas y adecuadas que situaciones de emergencia como las actuales ameritan, es de esperar que crezca y se generalice la angustia. Porque, además, estamos a merced de la furia de la Madre Naturaleza, que a veces de torna implacable.

Hemos abusado de la Naturaleza y ahora la Naturaleza se desquita, se ha escuchado decir a muchas personas. Si la hemos maltratado tanto y por tiempo prolongado, ¿por qué recriminar ahora que la Naturaleza se vuelva contra nosotros?

Así como las tribus indígenas de antaño, hay que ofrecerle rituales y ceremonias de ruegos implorando que su furia se serene. Y pedir perdón a la Madre Naturaleza con una promesa de enmienda de que no procuraremos más el desarrollo económico y un bienestar cortoplacista a costa suya. Que nuestro desarrollo económico será amigable con ella.

Los estimados gubernamentales hasta ahora son de daños ascendentes a 110 millones de dólares aproximadamente 539 estructuras que ya se han certificado como damnificadas por los sismos. Estos daños son principalmente a la infraestructura de los municipios de Guánica, Guayanilla, Peñuelas, Utuado y Yauco. No obstante, la cuantía total de los daños en esos municipios debe ser mucho mayor.

Es necesario que el gobierno agilice la evaluación y cuantificación de los daños por los terremotos. Ya es hora de que haya estimados más precisos. Sabemos que los movimientos telúricos continúan. Sin embargo, eso no quita que ya haya números más certeros.

Está teniéndose la misma deficiencia con la evaluación y cuantificación de los daños sísmicos a la infraestructura de los municipios afectados, que la existente con las estadísticas sobre cualquier asunto que se quiera conocer. Hay una deficiencia de estadísticas precisas en Puerto Rico y esperemos no tener el mismo problema con la estimación de los daños materiales ocasionados por el actual enjambre sísmico. INS

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