P. Rico-Devastación de los sismos demuestra vulnerabilidad del país (Análisis)

La central Costa Sur que aporta unos 900 megavatios al sistema experimentó extensos daños, según el director ejecutivo de la AEE. Inter News Service/Zulma N. Rivera

Por Rafael Santiago Medina

San Juan, 9 ene (INS).- La vulnerabilidad de Puerto Rico ante eventos de fenómenos naturales que no necesariamente llegan a intensidad catastrófica, según la calificación que se establece para infraestructuras de la modernidad, es evidente y categórica, a tono con los acontecimientos de devastación ocasionados por el más reciente evento sísmico.

Terremotos que, aunque intensos, no son de una magnitud como los acontecidos en países, incluyendo de Sudamérica, donde la modernidad es parte de su desarrollo infraestructural, y que en grados similares a los acaecidos en Puerto Rico no hubieran tenido las consecuencias catastróficas de lo sucedido aquí, han sido devastadores en el terruño boricua.

Casi 24 horas sin energía eléctrica en casi toda la nación puertorriqueña tras el terremoto de 6.4 en la escala Richter, es indicativo de que nuestro sistema infraestructura eléctrica no es el mejor.

En países como Chile, con eventos sísmicos mayores, pero sin llegar a ser de magnitud indiscutiblemente catastróficos, la energía eléctrica también como en Puerto Rico se autoprotege apagándose, pero es restablecida en mucho menos tiempo y no se cae el servicio donde el impacto ha sido menor.

Allí son menos dependientes de una centralización en un par de generatrices y existen en las plantas generadoras de electricidad mayor sismorresistencia.

Ni para vientos huracanados, ni siquiera de tormenta, como tampoco para eventos sísmicos de magnitud no catastrófica en otros lugares del mundo, nuestro sistema eléctrico está preparado para resistir. Y esto es algo sumamente significativo de nuestra vulnerabilidad.

Tomó más de 24 horas para que al menos una cuarta parte de la capacidad de generación eléctrica disponible y medio millón de abonados vieran restablecido el servicio de energía de electricidad.

De los supuestamente 2,163 megavatios disponibles en la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE), 542 megavatios estuvieran en servicio. Instalaciones esenciales como el aeropuerto internacional de Isla Verde, en Carolina, quedaron durante largas horas —un día completo y parte del otro— sin el servicio eléctrico.

El daño mayor por el terremoto fue en sus plantas generatrices. La AEE ha informado que una inspección aérea y terrestre, aunque preliminar, refleja que el sistema de distribución sufrió averías menores.

El sismo de 6.4 grados que se produjo a unos cinco kilómetros al sur de Guayanilla, la central Costa Sur que aporta unos 900 megavatios al sistema ocasionó extensos daños, al punto de que el director ejecutivo de la AEE, José Ortiz Vázquez, indicó a los medios de información que será “cuesta arriba” reparar la infraestructura.

Luego del evento telúrico, la totalidad de la isla quedó sin servicio eléctrico, por lo que negocios, industrias y hospitales tuvieran que operar con sus propios sistemas de generación, en tanto decenas de semáforos en las principales vías están inoperantes.

Las estimaciones hechas son indicativas de que la estabilización del sistema eléctrico podría tardar al menos unas tres semanas. Mientras la estabilización total no ocurra, la AEE dice tendrá que recurrir a apagones selectivos.

Queda evidenciado con los hechos que la superioridad de progreso económico de Puerto Rico bajo la bandera estadounidense sobre las repúblicas de América Latina del que se blasonaba en el pasado se está esfumando como un espejismo. INS

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