P. Rico-Terremoto: un mal que debe servir para un bien (Análisis)

Por Rafael Santiago Medina

San Juan, 8 ene (INS).- La actividad sísmica más reciente, inusual y alarmante por la secuencia de los temblores telúricos, debe significar una predisposición a reconfigurar la visión de lo que se concibe para lograr un país que ofrezca confiabilidad, a las presentes y futuras generaciones, sobre su sustentabilidad ante toda adversidad que los eventos de la naturaleza interponga.

A las alrededor de 100 mil viviendas construidas en el país de manera informal, sin la aprobación de los permisos por parte de las autoridades gubernativas concernidas que garanticen construcciones estructuralmente seguras, se suma una carencia de planificación oficial de zonificación para construcciones seguras que permitan un desarrollo infraestructural adecuado nacionalmente.

Tenemos la mayoría de las plantas generatrices de electricidad en áreas susceptibles a tsunamis debido a que se construyeron cerca de puertos que permitieran la cercanía a buques que atraquen con combustible, algunas de ellas de gas natural con oleoductos que las alimentan y que pudieran representar un peligro en caso de escapes por fracturas ocasionadas por un terremoto. Esa es una situación que denota vulnerabilidad. Cómo mitigar esta vulnerabilidad es el reto que enfrenta el país.

La magnitud de los sismos sigue incrementando y ya hemos sufrido uno reciente de 6.5 grados en la escala Richter, lo que implica que Puerto Rico debe ir preparándose para un terremoto de mayor intensidad a los que hemos sufrido hasta este momento en las últimas décadas.

No únicamente es de sismorresistencia de lo que se trata la preparación de nuestra infraestructura, sino de tener una capacidad nacional de resiliencia. De eso consiste la visualización que debe reconfigurarse del país, tomando la experiencia del reciente evento sísmico.

Hay un dicho del pueblo que dice: “No hay mal que por bien no venga”. Y la actual actividad sísmica constituye un mal que debe servir como un bien para el propósito de hacer un país con mayor capacidad de sismorresistencia y, a su vez, resiliente, no únicamente a los sismos, sino a los vientos huracanados como país caribeño. INS

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