P. Rico-Senador Rodríguez Mateo continúa su investigación en torno a la AES, estudios no determinan causalidad entre AES y problemas de contaminación de aire

El senador Rodríguez Mateo busca la verdad en el caso de AES. / Inter News Service

San Juan, 25 ene (INS).- La Comisión de Salud Ambiental y Recursos Naturales del Senado, que preside el senador Carlos Rodríguez Mateo, continuó las vistas públicas sobre el Informe Anual de Monitoreo de Aguas Subterráneas de 2017 realizado por DNA-Enviromental LLC, en el área de la planta de AES en Guayama, así como la determinación de transportar miles de toneladas de cenizas fuera de la Isla.

“En las comunidades vecinas de Guayama hay familias que se sirven de pozos de agua, por lo que es altamente preocupante que dichos residentes estén consumiendo agua de fuentes contaminadas próximas a la zona. Lo anterior conllevaría un grave riesgo para la salud debido a que la exposición a sustancias tóxicas del subsuelo fuera del límite máximo permitido propicia el desarrollo de enfermedades serias como el cáncer, entre muchas otras”, alertó el proponente de la medida Lary Seilhamer.

El deponente Luis Bonilla, mostró el estudio “Prevalencia de enfermedades crónicas en las comunidades de Miramar y Puerto de Jobos del Municipio de Guayama”, realizado en febrero del 2018. Según explicó, este estudio es la repetición de otro que realizaron los estudiantes de bioestadísticas y epidemiologia de la Escuela Graduada de Salud Pública durante su proyecto de investigación del verano del año 2016 liderados por Gilberto Ramos y Rosa Rosario.

El segundo estudio presentado ante la comisión senatorial es de mortalidad y contaminación de aire en los municipios de Guayama y Fajardo.

La comparación del municipio de Guayama con Fajardo se debe, explicó Bonilla, porque Fajardo está considerado por la Junta de Calidad Ambiental como el pueblo con mejor calidad de aire. Este segundo estudio presentado fue realizado por Bonilla y Christian E. Cruz Cruz; Estudiante Graduado del Departamento de Bioestadísticas y Epidemiologia. 

El propósito del estudio de la prevalencia de enfermedades crónicas en las comunidades antes mencionadas de Guayama fue determinar si las prevalencias de las enfermedades crónicas encontradas en estas comunidades durante el 2016, habían cambiado en un periodo de dos años. Este estudio realizado a través de encuesta detalla que las personas encuestadas tenían, en su mayoría, 64 años de edad.

En este estudio en particular se concluye que las prevalencias de todas las enfermedades crónicas encontradas durante el estudio de 2016 (enfermedades respiratorias, cardiovasculares, diabetes, piel y cáncer) se incrementaron para el año 2018, excepto los abortos espontáneos. Estos últimos disminuyeron de 21.6% (en el 2016) a 9.5% (en el 2018). En otras palabras, un 12.1% de disminución.

A preguntas del senador Rodríguez Mateo, sobre si con dicho estudio se podría determinar una causalidad entre el incremento de estas enfermedades con la planta de AES, el catedrático contestó en la negativa.

“Este estudio no determina causalidad” admitió.

“En un 95% podemos decir que están relacionado con el material; de esta planta”, indicó. A lo que el Presidente de la Comisión insistió y le preguntó directamente sobre si el aumento de esas enfermedades crónicas se debía a la planta de AES, a lo que contestó Bonilla Soto de que la única manera de demostrarlo es realizando experimentos con seres humanos, lo que según dijo, es ilegal.

Por su parte, el senador Larry Seilhamer Rodríguez expresó preocupación por la edad de las personas encuestadas que consistían de 64 años de edad.

“Sabemos que a esa edad estamos más propensos a padecer de estas enfermedades y no necesariamente a causa de algo en particular”, insistió el legislador.

Mientras en el estudio de mortalidad y contaminación de aire en los Municipios de Guayama y Fajardo comprende el periodo de tiempo entre los años 2000 al 2014 y su propósito es determinar como la contaminación del aire por materia partículada PM10 afecta la mortalidad total y por varias causas específicas de muerte asociadas a la exposición al PM10, de los residentes de los municipios de Guayama y Fajardo.

Entre las conclusiones de este estudio en particular está que los niveles del PM10 atmosférico siempre fueron mayores en el municipio de Guayama que en el municipio de Fajardo, que resulta altamente plausible que la diferencia marcada en la concentración más alta de esta materia partículada PM10 atmosférico en Guayama, en comparación con Fajardo, se debe a la presencia en Guayama de la carbonera AES lo cuál es la fuente mayor de contaminación del aire.

Otras de las conclusiones es que las tasas de mortalidad por causas específicas de esta materia particulada en el grupo de 65 años y más son todas mayores en el municipio de Guayama en comparación con el municipio de Fajardo.

 

Sobre si existe la posibilidad de que haya una mortalidad igual o mayor en otro municipio además de Guayama, que es el pueblo encuestado, Bonilla no pudo contestar ya que el estudio solo encuesta a Guayama y Fajardo y no así a ningún otro municipio.

“Lo que podemos concluir aquí hoy es que cuando comparan la anterior de prevalencia de enfermedades en el 2016 al 2018 aumentaron todas las condiciones excepto los abortos. Más allá de decir que es por causa de AES, no lo dice. El estudio no lo mide. No podemos venir aquí a crear preocupaciones. Ese estudio de prevalencia no determina causalidad y ese estudio fue utilizado por los medios para determinar causalidad y eso no se determina en este estudio”, enfatizó Rodríguez Mateo.

“Es bien importante para esta comisión determinar causalidad. Tenemos que ser claros en esto. Estaríamos especulando”, insistió.

Por su parte, Bonilla defendió los estudios que realizó.

“Tenemos que estar conscientes que esas cenizas son altamente tóxicas. Yo creo que los datos que hemos presentado aquí están bien hechos, son científicos y podemos determinar que es altamente probable que las enfermedades, la mortalidad en estas comunidades se deben a AES. Esto ha destruido la vida de casi todos los habitantes de estas comunidades”, insistió.

La Agencia federal de Protección Ambiental (EPA) no califica este material como tóxico.

“Nuestro deber es llegar hasta el fondo de todo esto salvaguardando el bienestar y la salud de esos residentes y para eso son estas vistas. No claudicaremos en nuestra responsabilidad siempre de manera responsable y justa”, concluyó el presidente de la Comisión de Salud Ambiental y Recursos Naturales. INS

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